La gran renuncia laboral ¿Oportunidad o problema?

Una chica en redes sociales se convirtió en una gran estrella porque dejó su “trabajo tóxico” y después se fue a celebrar su renuncia laboral, con una fiesta increíble junto a sus amigos y un delicioso pastel.

@anamiroslavaalMi familia celebró conmigo.? original sound – jenna

La usuaria de TikTok anamiroslavaal compartió un video de pocos segundos en los que se puede observar la gran felicidad que tenía por haber renunciado a su trabajo. Para festejarlo, sus amigos y el personal del restaurante le enviaron un pastel donde se podía leer: ¡Felicidades por renunciar!

La invitación de Beyoncé

Beyoncé nos presenta el tema, ‘Break My Soul‘ donde anima, con un ritmo vibrante y guerrillero, a dejar el trabajo, y se abre el debate.

Después de egresar de cualquier carrera profesional, todos soñamos con encontrar el trabajo ideal, con una proyección de carrera, un horario razonable, un sueldo ideal para tener una vida sin preocupaciones, jefes flexibles y un ambiente laboral excelente. Pero a veces esto no sucede.

La pandemia ha hecho mella en el empleo, no solo por la cantidad de ERTEs, sino también en la salud mental de los trabajadores en una época muy convulsa.

Lanzar un mensaje como el de Beyoncé encaja totalmente en el contexto de EEUU, donde la rotación en el empleo siempre ha sido enorme, y se ha acentuado mucho en los últimos años, hasta el extremo de convertirse en un fenómeno. La llamada The Great Resignation / La Gran Renuncia, ha impulsado a millones de personas a dejar sus trabajos repentinamente desde la pandemia.

Solo en el mes de septiembre de 2021, 4,4 millones de estadounidenses dijeron «adiós, muy buenas» a sus jefes y empresas. ¿Por qué? Según la consultora Pew Research, las razones principales, para la renuncia laboral, fueron: sentirse mal pagados, falta de proyección profesional y sentirse maltratados por sus superiores. Así que el mensaje de Beyoncé en el país americano viene al pelo.

Pero otra cosa es animar a dejar el trabajo para ser feliz en otros países, donde puede ser un anatema. Fundamentalmente, porque, si lo dejas, probablemente no encontrarás otro; salvo que hablemos de sectores o puestos de trabajo muy demandados. Pero decirle lo mismo a un estadounidense no tiene, en absoluto, el mismo peso moral.  

La propia cantante adelantó que su próximo trabajo se centraría en la liberación pospandemia«Con todo el aislamiento y la injusticia del año pasado, creo que estamos listos para escapar, viajar, amar y reír nuevamente», le dijo entonces a Harper’s Bazaar. «Siento que está surgiendo un renacimiento y quiero tomar parte de ese movimiento de cualquier manera posible«.

No puedo estar más de acuerdo en esta afirmación. Todos queremos VIVIR todavía más fuerte después de la pesadilla de la pandemia. ¿Pero quién se puede permitir dejar el trabajo para seguir viviendo?

La renuncia laboral en la marca personal

En la vida real, fuera de las series y películas donde los protagonistas son valientes y no les cuesta saltar al vacío, (y fuera de EEUU) cuesta mucho dejar un puesto de trabajo. En primer lugar, por la inestabilidad y vulnerabilidad económica que supone tardar en encontrar otro de nuevo, pero además porque nos han enseñado a definirnos por lo que hacemos y no por lo que somos. Y, claro, si no tenemos un empleo, sentimos que esto no habla bien de nosotros. Si no logramos ‘aguantar’, rápidamente aparece la idea de que no hemos sido capaces, lo que activa a su vez el sentimiento de culpa.

Y más allá de cómo lo vivimos internamente, me gustaría reflexionar sobre la imagen que este hecho proyecta de nosotros ¿Cómo afecta con respecto a la marca personal?

Durante muchos años, renunciar a un trabajo sin un plan B, podía considerarse una “mancha” en el curriculum, que había que explicar muy bien y justificar.

Pensando en la marca personal, era algo que antes había que intentar maquillar en una entrevista. Pero parece que esta tendencia está cambiando y cada vez hay más personas que hacen frente a este cambio publicándolo a los cuatro vientos, sin miedo.

No critico ni una ni otra opción. No deja de ser una elección personal, y cada uno es libre de hacer lo que quiera. Solo me pregunto ¿Cuánto puede afectar?. ¿Cómo afectará esto a la imagen de marca personal del trabajador?

La pandemia ha puesto de manifiesto que lo primero es vivir, por encima de todo. Y vivir implica cuidar nuestra salud mental.

Hay personas que lo dejan todo para irse de año sabático y viajar por el mundo. Algo que parece estar muy aceptado por las empresas y que incluso aumentan las posibilidades laborales a la vuelta. Al fin y al cabo viajar es vivir experiencias, y la experiencia vital y profesional es siempre un grado.

Gestión estratégica de la renuncia laboral

Pero ¿Cómo trabajar, en la marca personal, una renuncia laboral cuando se trata de un salto al vacío y sin plan B? ¿Qué opinará el entrevistador en un nuevo proceso de selección? ¿Seleccionará antes a alguien que esté trabajando o alguien que haya abandonado? ¿Y qué pasará cuando empiece (ojalá que nunca) esta temida recesión de la que todos hablan?

Si tienes un objetivo claro, puedes justificar siempre la toma de decisiones. Un objetivo mayor, que sea el destino de tu carrera profesional, implica la toma de muchas decisiones más pequeñas en el camino.

Todo depende también del momento de tu carrera profesional en el que te encuentres, y de la frecuencia con la que este hecho suceda. Es decir, no es lo mismo explicar con 20 años de experiencia que has abandonado un puesto de trabajo, que explicar con 5 años de experiencia que has dejado 3 posiciones.

Mientras más joven y menos experiencia, más arriesgado es tomar una decisión así y saltar al vacío, a no ser que tu objetivo sea montarte algo por tu cuenta.

Cuanto más senior, más se puede justificar una decisión como esta.

Por otro lado, y como experta en marketing y comunicación, no puedo dejar de preguntarme ¿Podremos convertir esta situación en una oportunidad de negocio?

Inspiración para el futuro

Nicole Kidman nos regaló una imagen para la historia, después de firmar los papeles del divorcio con Tom Cruise en 2001. Este fue el pistoletazo de salida a una nueva forma de ver estos cambios vitales. El término de un vínculo amoroso usualmente está asociado a períodos tristes, dolorosos o de luto en donde se debe cerrar un ciclo de alguna manera. ¿Pero qué pasa cuando este hecho se convierte en una liberación? Si ya se organizan fiestas de divorcio, como liberación, ¿pasará lo mismo con las renuncias voluntarias a los puestos de trabajo tóxicos?

¿Se organizarán fiestas temáticas, menús especiales, tartas y decoración de fiestas con mensajes? ¿Asistiremos al nacimiento de merchandising de renuncia y viajes de celebración al igual que las despedidas de soltera?

Solo el tiempo nos lo dirá.

Para terminar, me gustaría acabar con un consejo de nuestro querido Pau Donés antes de morir:

«Todos tenemos el derecho a romper con lo que no nos hace bien».

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