¿Fortalece el éxito de nuestro nobel al branding del país? Genialidad de Álvaro Portales, para graficar cómo la noticia del nobel de Vargas Llosa logró el milagro de que, por primera vez, la prensa peruana reflejara la unanimidad de la opinión y regocijo de todos los peruanos. Álvaro tituló a su ilustración «Llegó la primavera.» Hace exactamente 10 años, los peruanos nos habíamos quedado sin personajes referentes. Era tal el clima de corrupción y decepción de nosotros mismos, que todos nos volcamos a expresar nuestro nacionalismo en las marcas más queridas, las de toda la vida, es así como se empieza a considerar a Wong, D’onofrio, Leche Gloria, etc. productos y servicios peruanos cuyo crecimiento había pasado inadvetido pero, con todo y la crisis de los ’90 habían logrado el liderazgo en el mercado a base de calidad. Rolando Arellano señalaba por ese entonces que no teníamos, más allá de los héroes de guerra, personajes públicos a quienes valorar o nos sirvan de ejemplo y refuercen el orgullo por nuestro país. En cambio, ahora, si a un peruano le preguntas a quién admira, podrá mencionar a toda una selección de nacionales que ya son ejemplo para muchos, y llevan consigo la esperanza de que en este país el éxito es posible a pesar de todo. Si pensamos en el apellido Añaños, por ejemplo, la semana pasada ya nos quedó claro que hacer un patrocinio con el club de futbol más poderoso del mundo es una realidad. Si nos mencionan Acurio, estamos hablando del mejor cocinero del mundo en cocina fusión según el mismísimo Ferrand Adriá. Si te dicen Flórez, la ovación frente a uno de los tenores más importantes del planeta se hará sentir con fuerza. Y si te dicen Vargas Llosa, la universalidad de un peruano habrá alcanzado su máxima expresión, y aunque ya era reconocido por muchos, después del jueves 7 de octubre, su influencia y ejemplo llena y une a todo el Perú, que es poco común lamentablemente en este país. Luego de la voceada Ley de Amnistía para los militares que favorecería, entre otros al Grupo Colina, MVLL no dudó en reaccionar y renunciar públicamente a la dirección del Museo de la Memoria, en carta dirigida al Presidente García. Las convicciones democráticas y de libertad de nuestro nobel, expuestas como ejemplo, y vaya que tuvo impacto en el Ejecutivo. El impacto global de esta misiva demostraba ya el impacto global que significaba la manifestación de Vargas Llosa. Cuando hablamos de marca Perú, hablamos de branding. Hablar de branding es considerar variables racionales y emocionales. El nobel de MVLL aporta en lo racional porque se asocia nuestro país al éxito, dejando en segundo plano otras connotaciones que afectan a muchos peruanos que viven fuera. ¿Recuerdan ustedes que haya alguna noticia que haya dado la vuelta al mundo mencionando a nuestro país, y que le dé tanto prestigio? (En Twitter, por ejemplo, el nobel de Vargas Llosa fue trending topic el 7 de octubre). Sólo las noticias negativas se esparcen rápidamente con más frecuencia, y esto es inherente a la propia prensa. Entonces racionalmente la marca Perú, sí se ha visto beneficiada gracias al autor de «El Pez en el Agua». Tres de los infinitos Tweets de los medios de prensa más importantes del mundo que convirtieron en tema del día a Mario Vargas Llosa, su nobel y al Perú. ¿Esto le dará más valor de marca a nuestros país? Pregunta ociosa. Pero si nos vamos a la variable emocional, el tema es mucho más intenso y exquisito. Pensemos por ejemplo, en los estudiantes de la UNMSM, ¿con qué ánimo creen que irán mañana a clase sus alumnos? ¿Con qué perspectiva mirarán el futuro? ¿Tendrá cabida el discurso pro terrorista que parecía renacer en las aulas San Marquinas en este momento? ¿Cuántos peruanos hemos dicho «Sí se puede» este fin de semana gracias a Varguitas? ¿Cuántos peruanos conoceremos más de nuestro país, ahora que hay triple motivo para leer o releer las obras de MVLL y querer un poco más a esta hermosa tierra del Sol? No sé si nos durará mucho, espero que sí. Pero un país necesita de estos triunfos para poder crecer. Nos hemos acostumbrado al casi, casi, casi, y Vargas Llosa ha hecho polvo ese paradigma. Cómo no sentirnos orgullosos y decir con más fuerza que somos peruanos y compartir la emoción del triunfo cuyos méritos, sin duda, responden al esfuerzo dedicado del escritor quien dice que para él «la literatura es, sobre todo, un trabajo«; pero que parte de su crecimiento lo tuvo en la misma tierra que nacimos, y parte de sus historias se nutren de la realidad buena o desafortunada que ha vivido el Perú. Vargas Llosa calla al aguafiestas Ya lo señaló Heduardo, Bayly se equivoca al minimizar la repercusión que debe tener para nosotros el nobel de Vargas Llosa. ¿Acaso él nos va a mandar en lo que podemos sentir y pensar por una mañana gloriosa del 7 de octubre? Si para él, los peruanos no debemos hacer nuestro el premio porque la cultura es universal y MVLL se la curró solito, pues OK, que él no celebre. Total la Marca Perú para él no tiene mayor relevancia, es el primero en reafirmar repetidas veces que si alguna desgracia política le sucede al país se iría a Miami en una, y así quiere ser Presidente. Les dejo con las palabras del propio Mario, que sencillo y generoso comparte el premio con su país, quitándole piso a la argumentación de Bayly, y poniendo en claro que no sólo tiene una pluma que Jaimito reconoce está a un nivel sideral para él, sino que también tiene convicciones y valores personales que para el «tío terrible» de la tele son imposibles de asimilar, sobre todo porque suponen una palabra que no está en su diccionario: Compromiso con su país. Milton VelaSu primer rumbo fue el de la ingeniería y, aunque cambió de dirección hacia su verdadera pasión, la publicidad, el