Crítica The Whale: Todo lo que podemos aprender, aplicando criterios de reputación

Era el favorito de la noche y así lo dejaron claro los tuiteros que seguían ayer los Oscars. No por nada, días previos a la gala, ya era la película más vendida de Amazon. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para Brendan Fraser, hoy ganador del Oscar como mejor actor principal, y el director del filme Darren Aronofsky, ya que la crítica ha estado dividida por el enfoque de The Whale.

El cine siempre nos entrega importantes casos a estudiar y esta vez no es la excepción. Muchos coinciden en que su actuación ha estado a la altura de las expectativas tras su regreso, y sus aprendizajes deben abordarse en todas las industrias, especialmente la publicitaria, para poder construir desde la humanidad.

Es, para algunos, una cinta que visibiliza el problema de la salud mental con empatía; pero también, hay quienes se han sentido ofendidos, por no contar con un personaje que no tenga que recurrir al fatsuit (traje para simular obesidad) o que se asocien estereotipos negativos. El filme ha sido acusado de “gordofóbico” e innecesario; aunque algunos expertos señalan lo contrario. Este no es un café amargo, este es un café cargado de aprendizajes que veremos a continuación.

Lovers y detractores

A fines del 2022, fuimos sorprendidos por los 6 minutos de aplausos de un Community Power eufórico tras el regreso de Brendan Fraser al cine, ello luego de la denuncia de acoso sexual que impuso contra Philip Berk, expresidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que lo alejó de los largometrajes. Si no lo recuerdan, aquí un tweet de aquel momento. ¿Conmovedor, verdad?

Sin embargo, hace poco se dio a conocer la transformación del actor para llegar a verse como una persona con 270 kilos, y digamos que ahí la crítica negativa a The Whale empezó a tomar fuerza…

Investigar previamente sobre la percepción de los públicos siempre será un acierto. Pueden ser los mejores insumos para fortalecer el posicionamiento frente a riesgos potenciales. El tema iba a generar controversia y ello se podía ver venir.
La activista corporal Priscila Arias, conocida como “La fatshionista”, arremetió en TikTok sobre la película. Recomendó no verla si están pasando por un momento de vulnerabilidad en relación con la comida o su cuerpo, y aseguró que puede tener una buena actuación, pero con temas de fondo por corregir.

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Una respuesta para rebatir denuncias con argumento y transparencia, en tiempo real, puede ser un gran aliado. El actor que habría subido de peso para una representación más realista en “La ballena”, salió a responder ante las acusaciones de discriminación por el uso del traje especial, señalando que fue un recurso necesario para dar vida al personaje de una manera realista:

“Creo que es importante que hablemos sobre estos temas y que demos voz a las personas que a menudo son marginadas en nuestra sociedad”.

Asimismo, el director de la película, Darren Aronofsky, también ha precisado en una entrevista para Vanity Fair que:

“Emplear a un actor con sobrepeso desde una perspectiva de salud, es prohibitivo. Es un papel imposible de cumplir con una persona real que lidia con esos problemas”.

Algo que pocos conocen, es que para la cinta se ha trabajado en conjunto con la Coalición de Acción contra la Obesidad (OAC). El actor pudo conocer las particularidades de la enfermedad que padece Charlie, y conversó con personas que se sometieron a cirugías bariátricas. Aquí pueden ver la conversación que sostuvo Brendan Fraser, el dramaturgo Sam Hunter y los voluntarios de la institución, que ayudaron a dar forma a la representación de alguien que vive con obesidad severa. Sin duda, pudieron comunicar más sobre la labor previa de investigación para la película.

Cabe señalar, que el autor de la obra, Samuel Hunter, también ha precisado que ésta es sólo su historia:

“Hay muchas personas ahí fuera que tienen sobrepeso, son felices, sanas y respetables. Pero yo me automedicaba con la comida y me resultaba complicado vivir en el mundo como esa persona. Nadie había contado esa historia con precisión”.

Los buenos comentarios sobre el papel de Brendan vienen a montones. Los realizadores y el propio actor han dejado claras sus buenas intenciones: “The Whale es sobre el amor, es sobre redención y sobre encontrar la luz en un lugar oscuro”, y muchas personas incluyendo influenciadores así lo han percibido.

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Expertos en salud mental, como la psicóloga Lucero Peña, también han brindado sus comentarios para el Heraldo de México, precisando que un atracón de comida no siempre debe de relacionarse con un TCA, como ha ocurrido tras el estreno de esta película:

“Algo que toca la película, más que los atracones, es un concepto que se llama ingesta emocional. La psicóloga Pilar Balsa propone el concepto que es la tendencia de comer determinados alimentos de acuerdo a determinadas situaciones emocionales, pero que vamos aprendiendo”. “… Hay personas que dicen que sí y dicen ‘es ansiedad‘, pero cuando tú exploras, puede ser desesperación, frustración alegría, emoción, nerviosismo, pero el punto es que la ingesta emocional es un regulador emocional”.

Es necesaria esta reflexión para pasar al siguiente apartado de esta crítica a The Whale, con aprendizajes para ambas partes:

Convivir no es sólo tolerar al otro, es integrarnos abrazando nuestra diversidad sin polarización, decía Guadalupe Nogués, PHD en biología y consultora en políticas públicas. Es realmente difícil no tomar una postura de manera identitaria y sin que duela, especialmente si hemos sido víctimas de algún tipo de abuso. Sin embargo, es necesario ser propositivos ante todo, especialmente para educar con efectividad. Por otro lado, bien dicen que el infierno está empedrado de buenas intenciones, es decir, de nada sirven los buenos propósitos si no van acompañados de buenas obras.

“Repita conmigo: Si no es mi cuerpo, no opino”

¿Sabes qué es el body shaming? Es el término que se le da al hecho de avergonzar a alguien por su aspecto físico. Es un conjunto de estereotipos y actitudes hacia las personas gordas, que incluyen asociar que tienen falta de autoestima, que son poco agradables y que no tienen fuerza de voluntad.

Es verdad que durante la película hay una escena muy fuerte que puede afectar a personas con trastornos alimenticios, ansiedad, depresión, entre otros, y parte de la crítica a The Whale nace de allí. Es verdad también, que es uno de los tantos recursos que toma la cinta para tocar fibras muy profundas que nos lleven a comprender los problemas de salud mental y empatizar.

Considero que ambos argumentos ya expuestos en este café servido son válidos, porque tienen algo en común pese a sus diferencias: buscan crear consciencia de una mejor manera. Estamos caminando todavía por un desierto árido, estos casos son importantes para abordar desde cualquier industria, para evitar reforzar actitudes estereotipantes en el futuro.

Aprendizaje para todas las industrias: no imponer nuestra visión

RTve hace poco me reveló, a través de su plataforma “el machismo en tu adolescencia”, que a mis 13 años de edad la presión sobre los cuerpos ya tenía consecuencias nocivas en nuestra salud física y mental (Puedes hacer el ejercicio ingresando tu año de nacimiento a la plataforma).

Por lo mismo, considero que a pesar de que podamos tener las mejores intenciones para sensibilizar sobre una problemática real, cruel y muy dura (que creo que es lo que sucedió), es necesario auto-cuestionarnos sobre su enfoque:

¿Estoy hablando desde mi percepción? ¿desde la influencia de una época equivocada? ¿me estoy rodeando de las personas adecuadas (especialistas)? ¿Estoy considerando más de una voz autorizada para tener todas las aristas? ¿he consultado con la comunidad que se verá involucrada? Considero que en este caso particular se ha hecho gran parte de la tarea, pero estamos siempre en constante aprendizaje.

En contraparte, Dove ha sabido dar un mejor revés a la situación que vivieron hace unos años con la crisis de reputación por publicidad racista. Hoy muestran un enfoque distinto y constructivo a través del body-positive, un movimiento que promueve la aceptación del cuerpo frente a los cánones de belleza de toda la vida y que, a pesar de sus detractores, surge como medio para prevenir los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). La campaña de Dove: “Sé tu misma” así lo refleja, y es a donde todos debemos mirar.

 

Mi conclusión

Aunque hay consenso en la buena actuación de Brendan Fraser, los comentarios opuestos son consecuencia de voces que hoy tienen más convicción frente a la discriminación y la desigualdad. Debemos tenerla en cuenta y mostrar apertura si buscamos generar confianza en el mundo, a través de una industria cada vez más humana.

Concluyo esta crítica a The Whale recalcando que, si bien la reputación del actor ha servido de soporte para amortiguar los golpes y que la buena finalidad de la película no han afectado la taquilla, es importante reconocer que hay cosas que deben cambiar para bien. Recordemos que el mundo está cambiando y puede que algunos conceptos o formas sean cuestionadas en el futuro. Nunca gustaremos al 100%, pero se aprecia el deseo de hacer las cosas bien.

Uno de los fundamentos básicos de la metodología que usamos en Café Taipá para el marketing de reputación, es que más allá de un buen producto, están las relaciones, otros públicos que no son necesariamente tus clientes o consumidores. Por ello es importante involucrar a personas reales, consultar con expertos y con la propia comunidad que se verá afectada (positiva o negativamente), formarnos y auto-cuestionarnos para alejarnos de los estereotipos negativos, así como estar atentos al contexto en el que vivimos que nos permitan comunicar de la manera más adecuada.


¿Quieres más café con canchita? “Entre “Parásitos” y Tondero. Marketing de reputación en el cine peruano” te puede interesar.

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