¿Cómo un hombre es capaz de lograr el desplome de acciones en Wall Street, con solo un tweet? Sin duda, tener un valor neto de 230 billones de dólares va acompañado de un poder avasallante, que pone al mundo a la expectativa de su próximo movimiento. En Café Taipá queremos aportar a la discusión, abordando el caso Elon Musk desde su reputación y marca personal.
Hoy nos enfocaremos en la clave 2 de nuestra Metodología Taipá, aplicada a directivos: el diagnóstico de la reputación.
Vamos a aplicar el criterio de las 4 dimensiones propuestas en el modelo Reptrak para CEOs:
Gestión
Si hablamos de capacidad de gestión, aprovechamiento de recursos y valor de cada decisión, las cifras están del lado de Elon. Tesla se mantiene líder a pesar de las fluctuaciones en el mercado, sanciones del gobierno y una pandemia que, entre otros retos, implicó cerrar su planta más productiva.
Según data recopilada por Bloomberg, el aporte a todos sus stakeholders es innegable: dentro de las empresas que cotizan en bolsa, es número 1 en crecimiento la última década y número 1 en empleamiento, quintuplicando el número de trabajadores versus el 2016.
For example, we created a chip design team from scratch for the Tesla full self-driving computer, which is not something car companies do
— Elon Musk (@elonmusk) June 21, 2020
Para enfrentar los problemas de cadena de abasto, el modelo de integración vertical implementado en la compañía de autos eléctricos fue clave, una estrategia que involucra ingresar a actividades relacionadas con el ciclo de producción del vehículo, como baterías, chips y hasta desarrollo de algoritmos de manejo.
Responsabilidad
The future is undoubtedly electric
— Tesla (@Tesla) May 6, 2022
? 2021 Impact Report https://t.co/Zj8onKMJrT
A pesar del trabajo por impulsar energías renovables como la solar, la responsabilidad es la clave más problemática de Musk, basta ver la lista de denuncias que involucran a Tesla, desde trabajo ilegal, racismo, hasta muertes ligadas a la función auto-piloto.
Recientemente, fue blanco de críticas, luego de aplaudir la cultura de trabajo de China. La exigente rutina es conocida como 996: trabajar de 9 a. m. a 9 p. m. , seis días a la semana. Posición polémica y coherente con su forma de ver el trabajo, “Nadie cambió el mundo trabajando 40 horas a la semana”, afirmó en el 2018.
There are way easier places to work, but nobody ever changed the world on 40 hours a week
— Elon Musk (@elonmusk) November 26, 2018
En un live con Financial Times, Musk llenó de elogios estos horarios extremos, mencionando que son una ventaja versus Estados Unidos, donde “la gente ya no quiere ir a trabajar”
Frente a la intención de comprar Twitter, muchas voces se alzaron en protesta y advertencia. La historiadora y catedrática de Harvard, Jill Lepore, mencionó en el mes de abril lo siguiente:
“¿Dónde está la evidencia de que Musk alguna vez ha tenido interés en el discurso democrático? Constantemente trollea a la gente online. Ha tenido una relación adversa con la prensa.»
Definitivamente, la plataforma es fundamental para la libertad de expresión en la internet como lo conocemos. Que, de pronto, esta red social sea propiedad del hombre más rico del mundo, despierta miradas nerviosas frente a un escenario con tintes distópicos.
Influencia
Musk causa revuelo en el ya de por sí volátil mercado, gracias a sus capacidades de comunicación y entendimiento del discurso en Internet. No olvidemos que Elon es amante de los memes, incluso ha participado en populares programas de la televisión estadounidense como Saturday Night Live. Su sentido del humor y capacidad de mostrarse vulnerable, habilidades puestas en vitrina en diferentes ocasiones, le permite generar cercanía con una sociedad cada vez más recelosa de los millonarios y la acumulación de riquezas.
Su impacto es tan grande que una de las preguntas más frecuentes que hace la gente en Internet es “¿Qué pasa con mis acciones si Elon Musk compra Twitter?”. Y si fuera poco, su influencia llega también a las criptomonedas: Ethereum, Bitcoin y Dogecoin (la “favorita” del multimillonario) mostraron aumentos en su valoración de hasta el 20%, luego de conocerse el acercamiento entre Musk y la plataforma de microblogging.
Liderazgo
Su impacto va más allá de lo económico, Elon ha incursionado en la aeronáutica, logrando que SpaceX marque historia, convirtiéndose en la primera compañía privada en hacer entregas a la Estación Espacial Internacional. Además, mantiene una alianza firme con la NASA, agencia del gobierno con el que tiene planes de mandar de nuevo al hombre a la luna.
Su capacidad para reconocer oportunidades es indudable, Neuralink es un ejemplo de ello: Una interfaz neuronal que promete reparar los puentes rotos entre el cuerpo y el cerebro. Con The Boring Company promete resolver el problema del tráfico a través de hyperloops, tubos subterráneos para transporte público, de altísima velocidad.
Hyperloop pod run by team WARR pic.twitter.com/ntaMsoxkZE
— Elon Musk (@elonmusk) August 28, 2017
Últimas impresiones
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— Elon Musk (@elonmusk) May 16, 2022
Como han podido ver, Elon Musk cuenta con una reputación con luces y sombras. Tenemos al frente una marca personal que si bien resalta por sus logros en Gestión, necesita trabajar aspectos como la transparencia en sus muchas veces crípticos movimientos, para así generar confianza en todos los stakeholders.
No cabe duda de que el tema amerita muchas líneas más, es un caso en constante actualización, que conviene seguir de cerca para entender el futuro de Twitter y quién sabe, del mundo como lo conocemos. Analizarlo desde las 4 dimensiones de la reputación, nos ayuda a ver más allá del personaje y contrastar el discurso con los hechos.
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