Día del Reciclaje: Reflexiones del impacto del coronavirus y cómo sumarte

La pandemia del coronavirus ha traído consigo impactos positivos en la calidad de aire del planeta. Muy probablemente esté naciendo una conciencia colectiva por cuidar el mundo que habitamos. Y aunque estoy convencida de que la salud de todos es lo más importante en estos momentos, hay un tema que ha pasado desapercibido: también se paralizaron a las empresas recolectoras de reciclaje. A puertas del Día del Reciclaje, les comparto algunas reflexiones y consejos para que puedan reciclar en casa ahora que contamos con protocolos y el sector se está reactivando.

Reciclaje en tiempos de pandemia

Desde que empezó la cuarentena, se ha visto afectado el sector del reciclaje, las empresas y los recicladores no registran ingresos, y el medio ambiente ha quedado desprotegido. Particularmente, el proceso ha sido difícil para quienes hacemos reciclaje y compost en nuestros hogares, y contamos con poco espacio. Hemos tenido que almacenar en la medida de nuestras posibilidades. Pero la buena noticia es que la recolección que había quedado paralizada, se está reactivando desde hace un mes de manera progresiva, y ello es alentador.

La cantidad de desechos ha aumentado debido al mayor consumo de guantes, mascarillas, envases, envolturas, bolsas, etc. Sin un manejo final de estos, estamos incrementando la contaminación ambiental.

Felizmente, el gobierno aprobó el pasado 8 de mayo el “Protocolo sanitario para la operación ante el COVID-19 del Servicio de Reciclaje” y los “Criterios de focalización territorial y la obligatoriedad de informar incidencias” según Decreto Supremo Nº 095-2020-MINAM con la finalidad de darle valor a los residuos e incrementando las empresas que se dediquen al reciclaje. Por lo que vienen buenas noticias para este sector y para que más personas se sumen a cuidar el planeta desde sus casas.

Un dato importante para que te convenzas y recicles

Desde hace algún tiempo, empecé a preocuparme más por el medio ambiente y a descubrir el mundo del reciclaje. Tan pronto como inicié me di cuenta que reciclamos una cantidad ínfima de desechos plásticos. Según el último reporte de la Ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, solo se llega a reciclar un 4% de este, el resto va a basureros comunes o relleno sanitario, así que empecé a informarme, y a hacerme cargo de mis residuos, no sólo plásticos sino de todo tipo.

Lo primero que debes hacer: escoger y separar

El primer paso fue ser más consciente al momento de comprar. Empecé a escoger productos con envases que se puedan reciclar o sin envases, en la medida de lo posible. Descubrí que todo lo inorgánico que se puede reciclar, debe estar previamente lavado, secado y sin etiquetas (si las tuvieran). Así que en casa, puedes colocar una mini estación de reciclaje, en un principio muy general, separando lo orgánico de lo inorgánico. Con el tiempo, y con el hábito creado, ya puedes separar papelería, plásticos, vidrios y latas.

Empecemos por lo inorgánico

En el caso de lo inorgánico, me he ido nutriendo de conocimientos. Primero, gracias a organizaciones en Chile, quienes están más adelantados en temas ambientales, y ahora muchas otras en Perú como es el caso de Recicla, Pe! quienes hace poco lanzaron una guía de reciclaje muy completa.

La lista de residuos por reciclar es larga, así que, por esta vez, me centraré en el plástico, uno de los que más abundan en nuestros mares. Debemos saber que para reciclarlo, hay que revisar que sea Tereftalato de Polietileno (PET). Normalmente en la parte inferior lleva las siglas PET o un N° 1 contenido en un símbolo de reciclaje. Lo podemos encontrar en botellas de bebidas, envases de champús y otros, las cuales deben ser aplastadas para que ocupen menos espacio. Los otros plásticos pueden ir en el mismo contenedor. Eso sí, debemos tener cuidado con las envolturas de golosinas, cañitas, cubiertos desechables y otros plásticos pequeños que no se pueden reciclar, para ellos el destino son los ecoladrillos, que son una solución transitoria ya que debemos preferir no generarlos.

¿Y lo orgánico?

Hace un poco más de un año, conocí el trabajo de Lima Compost, quienes se encargan de compostar estos residuos. Particularmente me parece increíble poder conseguir abono de restos de frutas o verduras, eso sí, cuando decidas hacerlo, considera no incluir residuos animales, ni aceite.

 

Mi conclusión

Esta pandemia ha cambiado nuestra manera de vivir, hay un antes y habrá un después, y me da esperanza saber que esto ha sido un detonador para rediseñar nuestro futuro como sociedad, en búsqueda de una ciudad más amigable con el ambiente. Ahora nos toca a nosotros y a las empresas hacernos cargo de lo que consumimos y cómo lo desechamos. Claro está, que nuestra salud es prioridad, pero si podemos ser responsables no solo de cuidarnos sino cuidar a nuestro entorno, entonces hay mucho camino ganado.

Y tu cafetero, ¿cómo piensas empezar a reciclar?

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