¡La Teta Asustada -y el Perú- van por el Óscar!
Es la primera película peruana nominada y ya simboliza el éxito. Café Taipá no es un espacio especializado en cine, pero es que no voy a hablar de cine. «La Teta Asustada» significa mucho más que eso para el Perú. Independientemente del valor cinematográfico que no se discute para este film de Claudia Llosa, que ya había sido reconocido en la Berlinale, ganando el Oso de Oro en 2009, la historia que se cuenta toca las fibras más sensibles del país. El contexto post terrorismo que sigue teniendo secuelas, la presencia de Magaly Solier que conquistó a propios y extraños, no sólo por su actuación, sino por el papel que ella misma representa en la vida real, reivindicando a tantos peruanos sufridos y marginados en las zonas de conflicto, hace que «La Teta Asustada», más que una película, sea parte de la vida misma de un Perú, que golpeado y en segunda fila, se levanta y no se detiene a pesar de las circunstancias y de un contexto adverso, que muchas veces sus propias autoridades se encargan de generar. ¡Qué susto! Se nos viene el éxito. El pueblo de Manchay, en el distrito de Pachacamac al sur de Lima, fue la locación principal de la película, y seguramente fue la parte del Perú que más vibró al enterarse de la nominación de «La Teta Asustada». Claudia Llosa y su equipo de producción, tuvieron el gesto de estrenar la película en esta localidad, completamente gratis para todos sus pobladores, que en buena medida son el reflejo claro del peruano que viene de las zonas más abandonadas y olvidadas del país para triunfar en la capital. Seguro que en el transcurso del día y de la semana, podrán leer más posts y mejor servidos que este Café, pero se me hacía muy difícil dejar de tocar un hecho tan significativo para la mayoría de peruanos porque, como dije al inicio, éste es más que un film, la nominación de hoy toca a todo el Perú y su historia reciente, aquella que lo golpeó y que ahora le presenta una esperanza, a pesar a veces, de nosotros mismos. Milton VelaSu primer rumbo fue el de la ingeniería y, aunque cambió de dirección hacia su verdadera pasión, la publicidad, el aprendizaje en las aulas de Estudios Generales Ciencias de la PUCP fue clave para su trabajo en estrategias. En 1997 se gradúa como publicista en el IPP, y luego decide terminar también su carrera universitaria como comunicador en la PUCP (2001). Trabajó en tan diversas áreas de la comunicación que la mejor manera de integrarlas fue a través de un máster en Dirección de Comunicación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (2007), donde desarrolló aún más sus habilidades de interacción con diferentes públicos. Tras su experiencia como Director Online en Llorente & Cuenca, y Jefe del Canal Virtual de Claro Perú -puestos a los que llegó por el trabajo en su blog, CAFÉ TAIPÁ- decidió lanzar su propia consultoría desde abril del 2012, con el mismo nombre. miltonvela.com
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