La pandemia nos ha cambiado la vida a todos y también la mirada que teníamos de ésta. Recientemente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo que el continente americano está atravesando “una crisis de salud mental”. Mientras que en un estudio global de PwC se indica que el 69% de los consumidores está más enfocado en el cuidado de su salud mental y bienestar. Pero cómo buscar ayuda ante el encierro o la pérdida de ingresos económicos. En este café analizaremos cuán importante resulta para las organizaciones que atiendan esta problemática, considerando algunas de las claves del marketing de reputación de CAFÉ TAIPÁ.
La salud mental en las organizaciones bajo la mirada del marketing de reputación
La OMS ha manifestado la necesidad de aumentar la inversión en servicios de salud mental para evitar un aumento drástico de las enfermedades psíquicas. Una realidad preocupante que conviene atenderse también desde el lado de las empresas.
“El factor humano es el recurso más importante”, una frase que suele ser recurrente en varias organizaciones, pero ¿cuánta verdad hay tras de ella realmente? Las crisis nos revelan a todos en nuestra real esencia y evidencian aquello que nos importa, para bien o mal. Por ello es necesario que, en momentos como este, analicemos y revaluemos cuál es nuestro propósito, y seamos muy conscientes de los valores que tenemos. Teniendo ello como base, las empresas deberán reconocer que el consumidor ha cambiado y requiere que su salud mental sea atendida. Un factor que deberá integrarse como parte de la cultura corporativa, si es que se pretende lograr un cambio real, medular y sistémico.
En el estudio de PwC también se destaca que los consumidores preferirán aquellas marcas que prioricen la atención, la innovación y el bienestar. Respecto a este último factor, las personas querrán acciones que evidencien consideración por atender y resolver aquellas problemáticas que las afectan, y promuevan alternativas de solución al respecto. La variable ciudadanía, una de las 7 dimensiones de análisis de la reputación, en función de los diferentes stakeholders, cada vez será más valorada y cuestionada.
Así mismo, de acuerdo a cuánta preponderancia le den las organizaciones al cuidado personal de sus trabajadores, ello influirá en cuán atractivas serán para convocar y mantener al mejor talento. La variable lugar para trabajar cobrará mucha más relevancia que antes de la pandemia, las personas -por lo general- pasamos mucho más tiempo abocadas a nuestras labores de trabajo, por lo que vamos a valorar a aquellas empresas que cuiden y repeten a su fuerza laboral. La salud mental está en jaque y urge atenderse, también desde el ámbito empresarial.
Ayuda online: influencers de psicología
En pleno reinado de Internet, la consulta psicológica también está a un click de distancia. Muchas personas, al no tener otros recursos, han buscado ayuda en las redes sociales debido a los estragos que viene causando en ellas el confinamiento. Y es que lidiar, de manera abrupta y repentina, con la enfermedad, la muerte, el encierro y la incertidumbre por “lo que va a pasar” puede enfermar a cualquiera. A continuación, mencionaremos a algunos especialistas que se han convertido en auténticos influencers en la materia al prestar atención al contexto de pandemia que vivimos, en el que hay una demanda latente por el cuidado de su salud mental.
Con vídeos que superan los 15 millones de vistas en YouTube, y más de 6 millones de seguidores en Facebook y cerca de 3.5 millones en Instagram, Walter Riso, cuenta con una sólida comunidad en redes sociales. A diario, el autor que promueve poner límites saludables al amor, publica frases y clips de autoayuda y motivación, que generan miles de interacciones en apenas algunas horas.
Silvia Olmedo, psicóloga y sexóloga, autora de libros y conductora del programa televisivo «Terapia de Shock«, habla en sus redes sociales de hábitos, relaciones saludables y sexualidad. En la actualidad, ella cuenta con dos millones de seguidores en Facebook, casi un millón en Twitter y medio millón en Instagram.
Patricia Ramírez aborda temas relacionados con trastornos del estado de ánimo, estrés, ansiedad y relaciones de pareja, principalmente. En su canal de YouTube “Tu lado positivo”, sus vídeos registran 5 millones de vistas; y cuenta con 284 mil seguidores, “positivos” y “positivas” como suele llamarlos, en Instagram, 142 mil en Twitter y 48 mil en Facebook.
Por el lado peruano, De-mentes está presente en Facebook, Instagram y Twitter con 21 mil, cerca de 4 mil y casi 500 seguidores, respectivamente. De una manera graciosa y cercana tratan temas complejos como los trastornos de ansiedad y depresión, y los aborda bajo el enfoque del cuidado de la salud mental.
Mi conclusión
La salud mental está en crisis a nivel mundial a raíz de la pandemia. Dependiendo de los recursos que destinen los estados, los ciudadanos de los diferentes países estarán en mejores o peores condiciones de afrontarla y salir airosos de ella. Pero ¿qué hacer si los recursos son limitados? Ahora más que nunca, urge la confluencia del sector público y el privado, para que trabajen de manera conjunta en políticas públicas orientadas a prevenir y atender trastornos mentales.
La salud mental debe convertirse en la nueva prioridad de las organizaciones porque va a redituarles a todo nivel. Desde el punto de vista económico hasta el reputacional, en el que las variables ciudadanía y lugar para trabajar serán las más valoradas de cara a la sociedad. Pero el cambio debe considerarse como parte de la cultura corporativa, sin ello será poco o nada lo que vaya a hacerse.
De otro lado, el papel que vienen ejerciendo algunos influencers que abordan asuntos de Psicología resulta bastante valorado por quienes contamos con acceso a Internet. Ellos se han convertido en aliados importante en esta lucha que busca superar los estragos del confinamiento.
Tengamos en cuenta que el ciudadano está cada vez más atento al comportamiento que tienen las organizaciones. La crisis del coronavirus pasará, y los consumidores premiarán o sancionarán a aquellas marcas que actuaron -o no- con empatía y responsabilidad.