Las marcas peruanas y la ley que regula el uso del plástico

Ya es conocido que la contaminación por plástico supone un grave problema para el medioambiente. La ONU ha estimado que alrededor de 8 millones de toneladas de plástico ingresan a los océanos anualmente a nivel mundial, generando la muerte de más de un millón de aves y  cerca de 100 mil tortugas y mamíferos. En el Perú, tan solo en Lima y el Callao, se consumen 3 mil millones de bolsas de plástico anualmente, y buena parte de estas acaban en el mar.

El plástico resulta un verdadero conflicto porque las bolsas fabricadas con este compuesto tardan alrededor de 150 años en degradarse, y los sorbetes, que en promedio no superan ni la hora de uso, casi 800 años. Así, por el largo tiempo que demora en desaparecer y por su consumo masivo,  tiene mucho sentido que el Fondo Monetario Internacional haya alertado que para el 2050 habrá más plástico que peces en los océanos globalmente. Y si las estadísticas no disminuyen,  habrá 12 millones de toneladas de plástico en los vertederos para ese entonces.

 

Ante este crítico escenario, a finales del año pasado se publicó la ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes descartables en el Perú. Esta ley exige a supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general reemplazar de forma progresiva las bolsas, los envoltorios, sorbetes o envases no reutilizables por alternativas biodegradables en un plazo de 3 años.

Desde ese entonces, las marcas han ido preparándose para afrontar este reto como agentes de cambio con el fin de contribuir al consumo responsable y, por ende, al medioambiente. A continuación, muestro algunos casos de marcas que ya han presentado sus iniciativas para terminar gradualmente con el consumo del plástico de acuerdo a la ley. En estas acciones todas las marcas tienen en común el foco en la dimensión ciudadanía y en dos de las claves del Marketing de la Reputación de Café Taipá: cultura y coyuntura.

La prensa escrita: más allá de su propósito informativo

Gestión y El Comercio han manifestado su compromiso con el medioambiente desde este lunes 25 de marzo al eliminar las bolsas plásticas para entregar los diarios en cobertores de papel  a sus suscriptores. En ambos casos resaltan las dimensiones ciudadanía y liderazgo, pues se trata del primer grupo editorial del sector de publicaciones impresas en llevar a cabo un plan de sostenibilidad como éste. Así, el resto de tipos de publicaciones, como las revistas, todavía tienen este reto por cumplir.

 

 

Los supermercados y sus alternativas medioambientales

Plaza Vea y Vivanda también están apostando poco a poco por la eliminación completa de las bolsas plásticas. Cabe destacar que ambos supermercados ya contaban con un plan de sostenibilidad desde hace 8 años con la instalación de 52 estaciones de reciclaje en sus establecimientos. Para este año, bajo esta iniciativa, las marcas esperan reciclar 150 toneladas de residuos sólidos. Liderazgo es la dimensión que más reluce en estos casos, pues ya eran unos de los primeros en preocuparse por el medioambiente mucho antes de la aprobación de la ley que regula el uso del plástico.

 

Tottus ha empezado a entregar bolsas compostables hechas a base de almidón de maíz. Esta iniciativa busca reducir apróximadamente 250 mil bolsas plásticas al mes. Evidentemente, en este caso destaca la dimensión innovación.

 

El retail y su experiencia de compra ecofriendly

La cadena departamental Paris se ha propuesto la consigna de entregar sus productos en bolsas reciclables. Así también, el consumidor tiene la opción de comprar una bolsa de tela reutilizable a S/5.00. Para impulsar esta iniciativa, lanzó la campaña #SinBolsaPorFavor, la cual pretende incentivar a los consumidores al rechazo del plástico. En el caso de Paris predomina la dimensión ciudadanía pues, aunque haya una compra de por medio, la acción de consumo está ligada a un propósito social y pro ambiental.

 

Mi conclusión

El fin de la contaminación plástica será un largo camino, y las marcas todavía deben determinar una serie acciones que les permitan cumplir totalmente con la ley que regula el uso del plástico, pero no solo eso. En este contexto, existe un reto más: buscar la manera correcta de satisfacer plenamente al consumidor con el reemplazo del plástico sin perjudicar su experiencia de compra. Definitivamente, para cumplir con esta meta, las marcas deben mantener el norte en las claves cultura y coyuntura con respecto al cuidado de la salud del medio ambiente.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *