Tu posicionamiento profesional en la pantalla y el papel

¡Hola cafeteros, bienvenidos a la mesa de Café Taipá!

La comunicación integral será la constante en el blog. Si podemos resumir, el objetivo será entender que es tan importante pensar en la comunicación convencional -la de la televisión, la radio, la prensa y la venta directa- como en la comunicación digital, y que esta no debe ser considerada por nosotros como una moda, sino como una oportunidad, pues la inversión para hacer marketing online es menor y su potencial de retorno puede ser sorprendente.

Creo que el primer tema para explicar mejor lo que quiero decir en el café de hoy es hablar de ustedes, de mí y de todo profesional que tiene el objetivo de tener un buen posicionamiento en el mercado para seguir ascendiendo en su carrera, y aspira a un cambio muy beneficioso de trabajo o a optar por la independencia en estos tiempos de emprendimiento.

Y les cuento que si ya tienen alguna jefatura, un cargo gerencial y un desempeño destacado que es conocido por sus colegas y superiores, pero que solo figura en su CV, el potencial de lo que pueden lograr ahora es inmenso. Si cuentan solo con estos recursos -completamente válidos, pero que hace mucho no son los únicos- , no están aplicando comunicación integral, sino tradicional, y están dejando de lado el campo online, que hace algunos años abrió un nuevo espacio para posicionarse en el mercado y dar un paso en el liderazgo profesional.

Sin embargo, así como la Internet es ahora un lugar importante de promoción, pone también en riesgo nuestra reputación. Cualquiera puede hablar de nosotros en Internet y dar una referencia de lo que no somos y, si no tenemos presencia online, alguien quien no nos conoce se puede guiar por lo primero que encuentre en Google. Ese alguien puede ser un headhunter, un posible socio o nuestro futuro jefe. Entonces, es preciso tener el control de nuestra imagen profesional, tanto en nuestro contacto directo, offline, cuando afrontamos una oportunidad, como en el online, donde nuestra información debe estar lista para la oportunidad que se presente, muchas veces sin que ni siquiera la busquemos.

Las estadísticas lo dicen. Según Jobvite, en Estados Unidos el 84% de empresas recurre a la Internet para el reclutamiento. De ellas, el 87% busca en LinkedIn y dos tercios, además, en las redes sociales. Pensarás que aquella no es nuestra realidad. Pues te cuento que un tercio de la población peruana ya está en Facebook y que la tecnología justamente tiene como virtud romper las fronteras, porque acceder a ellas no es costoso ni complejo. La realidad norteamericana, entonces, será la nuestra en muy corto tiempo.

Me explico. Si bien tu imagen profesional y las referencias directas que se dan de ti pueden ser favorables, no contar con Twitter y LinkedIn -y un blog tal vez- y tener sólo un Facebook, en el que colocas tus fotos familiares, lo primero que me dice de ti es que puedes ser un buen ingeniero, contador o administrador, pero que para mi empresa de avanzada -que quiere liderar diferenciándose entre otras cosas por su modernidad- no estás listo. Y ya no menciono a los profesionales de la comunicación o recursos humanos. Si su presencia y conocimiento online está en el promedio o por debajo de él, simplemente no son competitivos.

Personalmente, en los últimos cuatro años laborales todas las oportunidades que dieron pie a mis actuales puestos han sido gracias a Twitter y a mi blog. Evidentemente estos fueron solo los canales que utilicé para proyectar lo que había aprendido en la profesión de comunicador y mis estudios de mi maestría. Pero, ojo: no soy una excepción. Hay muchos profesionales que han logrado lo mismo. LinkedIn es el canal de reclutamiento por excelencia, así que espero que no solo tengas tu cuenta allí, sino que esté actualizada. No va a pasar mucho tiempo para que te llamen tras haber encontrado tu perfil en la red profesional. No lo dudes. A menos que tus metas no sean ambiciosas, te sugiero que tomes en cuenta lo que te digo.

Evidentemente, antes de estar en LinkedIn, tu posicionamiento profesional, el offline, debe estar claro y ser reconocido por tu entorno. Solo así tendrás argumentos que exponer en Internet. Haz el ejercicio al terminar de leer este café. Pon tu nombre en Google y ve qué aparece. El resultado eres tú en el mundo digital, que es la primera fuente de oportunidades en este momento.

¿Apareciste? ¿Apareció tu homónimo? ¿Apareciste tú, pero no se dice lo que quieres de ti porque es la referencia de alguien sobre ti en su Facebook? Te cuento que deberías tener el control de por los menos los cinco primeros resultados en Google y que para ello no se requiere vivir las 24 horas en la Internet, pero sí conocer todos los canales disponibles y aprovecharlos convenientemente. No es difícil. Empieza por la curiosidad y luego consulta en la misma Internet o con quienes ya estamos trabajando en este campo. Recuerda: la comunicación es integral, no tradicional. Si eres bueno en el offline, te felicito: asegúrate de que se enteren también aquellos que no te conocen, pero que querrán hacerlo a través de Google.

(Publicado en Diario Gestión)

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