La Superliga europea: Lecciones de un proyecto que no vio la luz

Hace unos días, la “élite del fútbol” sorprendió al mundo con el anuncio de una nueva competición que incluiría a los clubes más importantes de Europa (y el mundo): La Superliga europea.

Esta nueva competición surgió como respuesta a la crisis económica que atraviesan los equipos producto de la pandemia.  Además, se desarrollaría fuera de los estatus legales de la FIFA y la UEFA, generaría millonarias ganancias para los organizadores y les daría a los hinchas la posibilidad de ver a los grandes de Europa competir entre ellos.

Sin duda una suma de factores que solo significarían el éxito comercial de este nuevo producto. ¿O no? ¿Qué podría salir mal?

En este café analizaremos, desde el Marketing de Reputación, los puntos más resaltantes de este caso, que ocasionaron un terremoto en el fútbol, y fue blanco de rechazo en el mundo.


Stakeholders involucrados en el proyecto

Antes lanzar cualquier proyecto o producto se tienen que tomar en cuenta diversos factores que favorezcan su éxito. La clave 4 del modelo de marketing de reputación de Café Taipá, nos dice que uno de ellos es saber cuáles son los grupos de interés o stakeholders que se verán involucrados en tu proyecto (directa o indirectamente).

Mapa de Stakeholders

Tal como muestra el gráfico, parece evidente que los organizadores de la Superliga no consideraron, por lo menos a los stakeholders más importantes alrededor del fútbol, ya que la gran mayoría se vio afectado.

Los hinchas, el principal Community Power (clave 5) del fútbol, rechazaron la nueva competición desde el comienzo y lo manifestaron en diversas protestas contra sus equipos.

A estas manifestaciones se le sumaron los jugadores y entrenadores de fútbol. Tanto de los otros clubes como los de los propios organizadores

Aficionados del Chelsea protestando

La UEFA y la FIFA fueron de las primeras instituciones en manifestarse firmemente. Anunciaron medidas severas contra los involucrados que, sin duda, ponían en peligro sus carreras.

 

Aleksander Ceferin, Presidente de la UEFA: “El que juegue en esa Superliga no volverá a jugar con la selección”

Incluso luego de los intentos de Florentino Pérez, presidente de la Superliga, de cambiar la percepción hacia el proyecto en distintos medios de comunicación, los stakeholders no cedieron.

Para cerrar con broche de oro, el Primer Ministro Británico, Boris Johnson, anunció en una conferencia de prensa que “haría todo lo que pueda para que la Superliga no salga adelante”.

 

Conversación que se generó en redes

Las redes sociales tampoco fueron ajenas a la noticia. Los hashtags #Superliga y #SuperligaEuropea fueron tendencia durante casi una semana y estuvieron asociados a términos negativos.

 

Fuente: Keyhole

Tal como se logra ver en la nube de tags, los principales centros de atención fueron los clubes organizadores (haciendo foco en los más polémicos últimamente).

La conversación también estuvo situada en torno a Florentino Pérez, quién defendió el proyecto en diversos medios de comunicación.

Las redes sociales también fueron plataforma para diversos pronunciamientos de jugadores. Tal como lo hizo Jordan Herderson, capitán del Liverpool, quién solo necesitó 5 líneas para sentar su posición y la de todos los jugadores del club.

Haciendo un resumen, el rechazo recayó principalmente en la idea de una liga donde solo compitan los grandes de siempre. Tanto clubes, jugadores e hinchas coincidieron en que la esencia del fútbol es la verdadera competencia, que no se debía dar solo prioridad al dinero y que se deben buscar otras alternativas para salir de la crisis.

https://twitter.com/ESPNFCarg/status/1384343800705961984

Fin del proyecto y posible reestructuración

Por todos los factores mencionados anteriormente, e incluso otros, la Superliga europea estaba destinada a fracasar.

La presión de los principales stakeholders para evitar su realización no pasó desapercibida para los organizadores, quienes poco a poco fueron abandonando el proyecto.

Fuente: Diario Marca

Mientras los clubes están a la espera de las sanciones de la UEFA, el proyecto estará “postergado” para evaluar su reestructuración. Lo que hace pensar que los directivos no descartan su realización.

 

Mi conclusión

La Superliga europea es el ejemplo perfecto de que puedes tener todo el capital posible a la mano, pero sin una verdadera estrategia que tome en cuenta a los stakeholders más importantes, cualquier proyecto está destinado a fracasar.

Por más hinchas o clientes fidelizados que tengan, no pueden asumir que cualquier proyecto nuevo tenga éxito.  Es mejor optar con un correcto testeo del producto para minimizar riesgos.

No se puede trabajar de espaldas a los que deberían ser aliados. Lo único que ocasionarán es que afecten la confianza que se tiene y que la reputación caiga por los suelos.

¿Qué opinan cafeteros? ¿Ya hicieron el mapeo de Stakeholders de sus proyectos o campañas?

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