El BCP y la historia del niño que creció entre grandes.

Opiniones diversas para un spot que engloba las campañas más importantes del BCP en 2008.

Sin duda, la vara quedó muy alta para el BCP desde que todos vimos el muy exitoso comercial para su cuenta-sueldo, con la tonadilla más cantada en todas las oficinas del Perú: ¡es fin de mes, pagaron ya! Vino luego la campaña del préstamo en efectivo por 7 veces tu sueldo -en el que muchos recordaron más el número 7 que el producto y el Banco que lo promocionaba. Hace poco vimos también a un cliente que veía su dolor de cabeza -con tremenda lámpara atravezándola- aliviado por las soluciones que el banco le daba.

Y bueno, todas estas campañas que vendían productos diferenciados del BCP -algunas más efectivas que otras- tuvieron su momento, y sus propios objetivos, pero detrás siempre estuvo el valor de la marca que hace muchos años vende el BCP: la confianza.

La última campaña del niño Rigoberto, empresario con 140 años de trayectoria que sufre «de vejez retardada«, me llamó la atención desde el saque, porque la veía siempre a medias, o al menos eso pensaba. Sentía una desconexión entre la historia del niño y el protagonismo que recobraban campañas anteriores, sobre todo la del cuenta sueldo. Este último comercial de TV que, de seguro, tiene un grupo objetivo más amplio, puesto que vende valor de la marca, tiene el reto de ser entendida por públicos diferentes. Pero cuando nos vemos obligados a darle vueltas a un spot para poder entenderlo, no tenemos un buen indicador.

La segunda parte de este café, con un comercial de los 90 que traerá nostalgia, y con una reseña del galardonado Director Creativo detrás de todas las campañas del BCP aquí

 

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2 comentarios en “El BCP y la historia del niño que creció entre grandes.”

  1. Además de lo expresado, hay un hecho más global: las personas sienten rechazo por las figuras humanas que son adulteradas en su naturaleza (incluso, el rostro de una supermodelo con la nariz invertida producen rechazo instintivo).

    La imagen de un viejo de apariencia y con el comportamiento de un niño (la inocencia de su imagen así lo denota) resulta inevitablemente chocante, y hasta desagradable.

    ¿estas campañas no se testean en focus?