¿Cómo va la confianza en el lugar de trabajo? Barómetro especializado de Edelman

Hace unos meses, en CAFÉ TAIPÁ, analizamos el Barómetro de la Confianza de Edelman, un estudio anual referente en el mundo. Hoy, compartimos un nuevo análisis, más segmentado, del mismo estudio que se acaba de lanzar: el Barómetro de la Confianza, centrado en el lugar de trabajo, el cual recogió información de 7000 personas, de diversas edades, géneros, profesiones y regiones del mundo.

La empresa como fuente de confianza

Luego de 2 años de pandemia y de adaptarnos a una nueva normalidad, las personas hemos cambiado nuestra forma de pensar, actuar, consumir, etc. Y la confianza frente a las instituciones también ha variado. Según los resultados del estudio, las ONGs han perdido credibilidad en el tiempo, al igual que los gobiernos, que bajaron 11 puntos frente a resultados anteriores. Esta caída abrupta se debe a que las decisiones tomadas a nivel global, los frecuentes conflictos políticos y, en algunos casos, el desgobierno, han dañado su reputación.

 

No obstante, las empresas, en medio de la disminución de confianza a nivel global, se convirtieron en un símbolo de estabilidad. Por ejemplo, si analizamos lo que va del 2022, desde enero, hasta septiembre, se han mantenido en 78%, generando mayor ventaja, frente al promedio de las demás instituciones, en el último mes.

Parte de su solidez en el tiempo recae en la importancia que los empleados le dan a sus compañeros, como fuente confiable. Si bien es cierto, la familia y amigos lideran el ranking, los pares en el trabajo también tienen un rol importante, y se genera por el tiempo de convivencia. Aquí un ejemplo: en el Perú, un jornal completo dura 8 horas. Ello quiere decir que pasamos la tercera parte de un día, compartiendo con amigos o colegas del centro de labores, lo que implica que inevitablemente construyamos vínculos e interactuemos con ellos.

Un lugar seguro para abordar problemas sociales

Edelman indica que las personas se sienten más cómodas discutiendo sobre temas sociales o ambientales, dentro de su trabajo. Aquí, nos muestra una comparativa entre los colegas y los vecinos, tocando problemáticas relevantes como equidad de género, derechos de la comunidad LGTBIQ+, racismo y discriminación, derechos reproductivos y cambio climático.

En mi opinión, la cultura corporativa (clave 1 de la metodología de Café Taipá) tiene mucho que ver con el resultado. Me explico: las empresas tienen un propósito, una visión y valores que inspiran y guían a los empleados. Todo ello, impulsa un espacio de diálogo bajo «reglas» en común, donde es seguro expresarse o debatir.

Ello se refleja en el gráfico de abajo, donde el 37% de los encuestados indican que trabajan en un entorno donde se respeta la verdad y, el 35% comenta que, están abiertos a diferentes perspectivas.

¿Qué quiere decir? En simple: las empresas, cada vez más, trabajan en fortalecer su cultura y contar con un clima laboral propicio que permita la convivencia plural y diversa.

Además de contar con un espacio seguro para tocar los temas mencionados, las personas buscan que sus carreras crezcan y alcanzar un empoderamiento personal. Pero no solo es eso, tengamos presente que 7 de cada 10 quiere que su trabajo tenga un impacto social, volviéndose un factor al momento de decidir su continuidad en la empresa o al postular a otra. Si lo llevamos a términos de reputación, buscan que su lugar de trabajo tenga un rol ciudadano (una de las 7 dimensiones del modelo de RepTrak).

 

Ya hablamos del sentimiento de los empleados. Ahora, conozcamos la percepción del talento disponible, que busca ingresar a las empresas.

Los resultados del estudio nos dicen que las personas con miras a un nuevo trabajo están más interesadas en las organizaciones que se comprometen con su bienestar y mantenga una buena reputación frente a cuestiones sociales. Entre las más relevantes están: acceso al cuidado de la salud y el respeto de los derechos humanos, seguidas por luchar frente a la desigualdad económica y por la justicia racial.

 

CEOs, líderes y trabajadores llamados a construir confianza

Los CEOs son quienes deben dar el ejemplo y construir espacios para impulsar la confianza. Hasta el momento, el 71% de los encuestados sienten que su líder o lideresa cree en él o ella. La data es reveladora y alentadora, ya que para mantener a las personas motivadas, se les debe dar un voto de fe.

Como ya lo mencioné anteriormente, el diálogo es clave para construir confianza. Por ello, es importante recoger las opiniones de los trabajadores y actuar o decidir con base en lo que dicen. Por ejemplo, según los resultados del reporte, el 68% de la muestra expresó preocupación por comportamientos poco éticos o injustos, pero fueron escuchados (44%) y reconocidos (31%). Tengamos presente que los miembros del equipo siempre tienen algo que aportar. Es sabio escucharlos y tomarlos en cuenta.

Antes de cerrar esta sección, es preciso mencionar que, los trabajadores confían más en sus pares, frente a sus jefes o CEO’s. Para cambiar este sesgo, se debe promover una cultura donde se viva la transparencia, comunicación constante y la horizontalidad. De lo contrario, seguirán existiendo factores que pongan en cuestión la información brindada.

 

¿Cómo restablecer la confianza desde las empresas?

Las empresas juegan un rol crucial para impulsar la confianza y Edelman nos deja 5 pasos:

  1. Confiar en la gente: Las decisiones en las empresas no deben ser unilaterales. Es clave estar atento a las necesidades y opiniones de los empleados. Fomentar el diálogo contribuirá a tener mayor cercanía. Recordemos que actuar con transparencia permite construir un espacio de confianza.
  2. Abordar los problemas de la sociedad: Debemos entender que las empresas no son islas, ni están dentro de una burbuja. Los problemas del entorno también les afecta o beneficia. Busquemos que se comprometan y trabajen en favor del bien común de la sociedad. Impulsemos del propósito, acciones que enorgullezcan a los empleados, para que sientan que su trabajo tiene un impacto positivo, los motive y sigan construyendo confianza. Temas como el cambio climático, la inclusión y equidad de género deben estar sobre la mesa para tomar acción.
  3. Puentes que dividen: Se recomienda trabajar en generar un entorno de confianza entre las partes y ofrecer recursos para la vida. Recordemos que los empleados deben contar con herramientas para desenvolverse dentro y fuera del mundo laboral.
  4. Restablecer la confianza: Es importante animar a que los trabajadores tomen acción, no solo dentro de las empresas. Es importante que a través sus prácticas diarias, fuera del trabajo, tengan un rol ciudadano ético.

Mi conclusión

Como hemos visto a lo largo del análisis, las empresas lideran el índice de confianza, frente a los demás actores de la sociedad. Es importante que no se duerman en sus logros y sigan sumando esfuerzos para contribuir con su entorno. Está claro que, las personas piden que sus empleadores asuman un rol más ciudadano, al tomar acción frente a problemas sociales y ambientales. Ello contribuirá en la construcción de una reputación positiva y credibilidad, por parte de sus trabajadores. En este escenario, los líderes juegan un rol clave, pues deben fomentar la horizontalidad y transparencia, desde el ejemplo.

Veamos cómo evoluciona el nivel de la confianza en el siguiente Barómetro de Edelman. Esperemos que las empresas sigan esforzándose por tener un impacto positivo, dentro y fuera de sus paredes, y que organizaciones como gobierno, ONGs, medios, etc, sigan construyendo espacios más confiables para el beneficio de la sociedad.


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