Los públicos de Elon Musk ¿Cómo impacta la compra de Twitter?

Lo que se vino cocinando durante meses se hizo realidad: Elon Musk compró Twitter y esto tiene muchas ramificaciones. Anteriormente, hemos analizado los movimientos de Musk y cómo se relacionan con su reputación. Hoy, el panorama nos invita a mirar de cerca la adquisición de la red social, usando nuestra metodología diferencial, para entender el impacto en 5 públicos de Elon Musk clave: usuarios, empleados, anunciantes, marcas y autoridades.

Musk y su peculiar relación con los usuarios

 

Musk lleva varios años activo en la red social, ahora que es dueño aprovecha su llegada para realizar encuestas sobre el funcionamiento de la misma, demostrando escucha activa frente a su gran comunidad, ya que suele actuar en consecuencia. Una de las encuestas que causó revuelo fue en torno a Vine, extinta plataforma, precursora del video corto como principal formato de contenido en internet, mucho antes de que TikTok exista.

 
Sin embargo, la imagen de líder horizontal se empaña con suspensiones como la de Kathy Griffin, comediante estadounidense. Luego de que Elon anuncie que “la comedia era legal en Twitter”, Griffin decidió cambiar su nombre de usuario al mismo del magnate, parodiándolo a través de diferentes tweets. Muchas otras cuentas fueron suspendidas por motivos similares.



Por otro lado, una de las dimensiones de la reputación (clave 2) es la Oferta, si analizamos Twitter como producto, uno de los problemas más grandes ha sido la revolución del check azul, Musk ha dicho que los tweets de los usuarios que deseen pagar los 8$ mensuales, serán tratados por la plataforma de la misma forma en que el email trata al spam.

Musk y la deuda con los empleados de Twitter

 


Otra de las dimensiones de la reputación (clave 2) es Trabajo, en donde el bienestar de los trabajadores es primordial.

Durante el 2022, las olas de despido han sido cada vez más comunes. El mundo de la tecnología es un protagonista: Meta y Lyft despidieron al 13% de sus empleados, mientras que Amazon apunta a un panorama similar. Según Musk, Twitter pierde 4 millones de dólares al día, por lo que los recortes no se hicieron esperar.

Los despidos ascienden a más de 3500 personas a nivel global. Muchos de ellos encontraron sus accesos corporativos al correo y a Slack revocados, incluso antes de recibir el anuncio oficial. #OneTeam y #LoveWhereYouWorked fueron hashtags en tendencia, a gracias a miles de tweets llenos de confusión, agradecimiento y, sobre todo, esperanza. Por supuesto, no faltaron los trolls

La tensión entre Musk y los anunciantes

Una dimensión fundamental de la reputación es “Finanzas”, asegurarse que la gestión genere rentabilidad y buenos resultados. Considerando que el 90% de ingresos el año pasado fue gracias a la publicidad, uno podría creer que serán un público tratado con guante de seda ¿Cierto?

¡Estamos hablando de Musk! Ante los diferentes cambios en la plataforma y la incertidumbre que estos generan, algunos anunciantes como General Motors y Chipotle decidieron pausar sus pautas. Elon no tuve mejor idea que amenazar con revelar quienes eran y avergonzarlos ante sus seguidores.

Obviamente, eso fue una mala decisión. Para apaciguar las aguas y poner los puntos sobre las íes, el equipo de Twitter con Musk a la cabeza organizó un Q&A en Twitter Spaces, en el cual apuntó a resolver las principales dudas de sus anunciantes.



El billonario explicó que la verificación y la suspensión de cuentas falsas debe ayudar a que más gente se registre, use la plataforma por más tiempo y no se arrepienta de ello. Esto, indica Musk, impacta positivamente en la publicidad y las marcas.

Elon Musk le falla a las marcas

Tan solo 1 día después del Q&A con los anunciantes, numerosas cuentas recientemente verificadas con el pago de 7.99$ impersonaron a grandes marcas como Nintendo, Pepsi, Nestlé y hasta Tesla, compañía del flamante dueño. 

Sin embargo, el caso más sonado ha sido el de Eli Lilly, empresa farmacéutica comercializadora de insulina en Estados Unidos, en donde un «tweet troll» causó que las acciones de la compañía bajen en 4.6%, registrando millones de dólares en pérdidas para sus accionistas.  

Si bien la marca respondió en un tweet desde su cuenta oficial, el daño estaba hecho y la crisis encendida. El cuestionamiento en torno al costo del medicamento, necesario para el tratamiento de la diabetes, estuvo presente en la mayoría de «replies».

 

Oportunamente, la plataforma de conocimiento colectivo Quora, se hizo presente, ofreciendo el «Brand Safety» que las marcas buscan y que, después de la polémica decisión de Elon, está ausente en Twitter.

 

Musk genera alerta entre las autoridades

 

La idea del tweet fue repetida con orgullo por Elon, en el mencionado Twitter Spaces. “Move fast, break things” es un motto popular en el mundo de las start ups, pero cuando el abanderado es el hombre más rico del mundo, dueño de la plaza de discusión pública más grande de internet, la agilidad puede tornarse en una filosofía muy peligrosa.

Contexto: Luego de descubrirse que del 2014 al 2019 usó data brindada por sus usuarios para fines publicitarios no anunciados, Twitter firmó un acuerdo con la FTC, organismo regulador encargado entre otros temas, de velar por el consumidor frente a malas prácticas empresariales.

¿Qué requiere el acuerdo? que la compañía haga observaciones de privacidad antes de hacer cambios al producto. Lo esperado, según fuentes internas y documentos a los que The Verge ha tenido acceso, no se ha estado cumpliendo desde la llegada de Elon, quien apresuró la salida de nuevas funcionalidades de la red social, pidiendo a los ingenieros que ellos mismos certifiquen el cumplimiento de lo estipulado en el acuerdo con la FTC.

La fecha de entrega apretada y los cambios sugeridos un día antes de salir al aire (y que nunca se concretaron) podrían costarle a Musk, por lo menos, billones, o inclusive la prisión.

Si lo anterior fuera poco, el acuerdo también contempla que, ante un cambio en el control de la compañía, Twitter le debe a la FTC un aviso de cumplimiento, 14 días después de realizarse el movimiento. Teniendo en cuenta que el plazo se cumplió el 10 de noviembre y que puestos clave para este aviso han renunciado horas antes, la amenaza de un lío con el ente regulador.

Conclusiones

Aceptémoslo, todos nos hemos preguntado más de una vez cuál es la estrategia de Elon Musk. Medios como Fortune esboza algunas opciones, entre ellas, que Twitter será un amplificador de su influencia para aumentar el entusiasmo en torno a las acciones de sus compañías. Otras plataformas, como The Onion, maestros de la sátira, son un poco más suspicaces, dilucidando que, en general, el estilo poco ortodoxo le genera a Musk publicidad y apoyo financiero, lo cual le permite distraer a la opinión pública de los líos internos en cada una de sus empresas.

Para cerrar, les contaré una anécdota en torno a Salvador Dalí, una figura enarbolada como icónica en el mundo del arte y la creatividad, tanto como Musk en el campo de la tecnología y negocios.

Luis Llongueras, peluquero “de cabecera” del artista, confesó en un libro que los famosos bigotes durante buen tiempo fueron postizos. Dalí aprovechaba esto para realizar performances en las cuales conjuraba un acto simbólico de desprendimiento, al recortar sus vellos faciales, frente a las miradas atónitas. Incluso llevaba un bigote de repuesto en su tabaquera.

El que quiere interesar a los demás, tiene que provocarlos” llegó a decir el pintor. Anécdotas como la anterior hay muchas, en donde se refleja el hambre de reconocimiento. Aquí otra de sus frases que lo pinta de cuerpo entero: “Que hablen de mí, aunque sea bien”.



Hago un símil: Elon Musk es un Dalí del Siglo XXI, y al igual que el pintor, tiene el riesgo de caer en la caricatura y diluir su autenticidad con el excesivo efectismo que estila en cada mensaje. Sin autenticidad, es imposible construir confianza, necesaria para cualquier relación.

Cierre

Definitivamente, las habilidades y conocimientos para llevar al hombre a Marte no son los mismos que los necesarios para sacar adelante una gran red social en crisis, de cara a una recesión. Quedó demostrado tras la decisión de retroceder con el nuevo sistema de verificación, dolor de muelas para Musk desde el día 1. Su autoridad se sigue esfumando,  los mismos ingenieros de Twitter le dan la contraria, dejándolo mal parado. 

¿Y qué hizo Musk? Despedirlo.



Todos dejamos una marca personal, pero no todos somos conscientes de gestionarla para construir una buena reputación. Elon Musk es un claro ejemplo de ello y lo hemos podido comprobar analizando su relación con diferentes stakeholders, clave 4 de nuestra metodología. ¿En qué otros públicos de Elon Musk te gustaría que profundicemos? Cuéntanos.


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