«Momketing» es un término que podemos asociar al marketing de productos y servicios que tienen como target a las mamás, pero ¿A qué perfil de madres se dirigen y, sobre todo, cuál es estereotipo que representan? Aquí podemos encontrar un abanico de riesgos, que deberíamos saber cambiar por nuestros hijos.
La adolescencia es una etapa caracterizada por la preocupación de la imagen del cuerpo y la construcción de la personalidad. Las redes sociales se han convertido en el medio de mayor exposición a través de las publicaciones fotográficas, con muchos impactos que se reciben a diario, generando muchos problemas de autoestima en este grupo etario especialmente vulnerable.
Las adolescentes están muy presionadas por ofrecer a los demás una muy buena imagen de sí mismas. Cada vez más niñas de 16 años acuden a centros de cirugía estética para intentar parecerse a ese «Yo» idealizado de Instagram. ¡16 años! Cuando todavía no sabes ni quién eres.
El otro día hablando con amigas (todas ya madres pasando los 40) sobre el fenómeno Shein afirmaban que nunca comprarían su ropa de baño. Más allá de la reflexión sobre las consecuencias del consumo más feroz del low cost, el argumento de mayor peso era que “ya no tienen cuerpo para este tipo de prendas”.
¿Cómo que ya no estaban? ¡Si están estupendas! Pero han sido madres, y sus cuerpos han sufrido los estragos de la maternidad.
¿Momketing = madres irreales?
No es ninguna novedad que el milagro de la vida modifica los cuerpos de la gran mayoría de los mortales, pero la sociedad se empeña en obligarnos a ocultar esta realidad. Instagram nos muestra sin cesar madres que, antes de finalizar el puerperio, ya están listas para desfilar en Cibeles. Y estamos bombardeadas continuamente con imágenes de mujeres de 50 que están maravillosas y aparentan 25. Eso genera mucha frustración, volviéndose en ocasiones una obsesión por revertir los estragos de la edad. Midorexia lo llaman ahora.
Pero sintiéndolo mucho, si tienes un trabajo sedentario de 40 horas semanales, y no tienes asistencia en casa para limpiar, cocinar, cuidar de los niños y un entrenador personal, lo más probable es que nunca recuperes el cuerpo de los 20. A no ser que tengas una genética extraordinaria.
¿Y quién dijo que ser imperfecto no sea perfecto?
Me preocupa el mensaje que pueden estar entendiendo nuestros hijos: «Cuando algo ya no es perfecto, ya no sirve y hay que esconderlo». ¿Cómo queremos que a nuestras hijas e hijos no les afecte la realidad (ficticia) que ven en Instagram y redes sociales si nosotras somos las primeras influenciadas?
Hay que cambiar la perspectiva, el discurso y sobre todo los hechos. Tenemos una oportunidad única de influir en los más pequeños antes de que entren en la adolescencia y se sumerjan en las redes sociales. Disponemos de unos años maravillosos en los que nosotras somos las verdaderas influencers en la vida de nuestros hijos, y esto tiene un valor incalculable.
Me preocupa mi hija que tiene 8 años. Yo puedo insistir mucho a mi hija en que es perfecta y que todas sus imperfecciones y diferencias la hacen única y fantástica, pero no tendré credibilidad si no predico con el ejemplo.
Y este camino no deberíamos hacerlo solas. Influencers, celebrities, marcas, estrategias de marketing, todos podemos aportar en esta misión.
Influencers y autenticidad
Las influencers en su origen eran auténticas, y rompían los cánones estéticos de las supermodelos, pero cada vez abusan más de filtros y retoques estéticos y nos ofrecen una imagen cada vez más homogénea. No perdamos la autenticidad, por favor.
Kate Middleton salió del hospital mostrando la barriguita postparto. Anitta mostró celulitis en su videoclip “Vai malandra”. Karol G se presenta sin filtros y al natural, mostrando sus curvas y celulitis, acuñando el término «Bichota», en una estrategia magistral de marketing, como apuntaba Luciana Olivares en su artículo, haciendo una oda al empoderamiento y una personalidad arrolladora, pese a no cumplir los cánones estéticos establecidos por la sociedad. Bravo por todas ellas.
Marcas por la realidad
Dove muestra en sus campañas cuerpos normales y enfocando su estrategia de responsabilidad social corporativa a la autoestima de las jóvenes con su Self Esteem Foundation. Gracias por dar visibilidad y apoyar. La firma de cosmética Lush comunicó el pasado mes de noviembre que abandona las principales redes sociales hasta que estas plataformas puedan ser un entorno más seguro para quienes las utilizan. Y algunas otras marcas parecen que empiezan a abrir los ojos y entender que hay que ser aspiracionales, pero para empatizar, hay que ser reales también, y por fin están empezando a mostrar en sus campañas diversidad, vitíligo, dientes imperfectos, siluetas diferentes,… Gracias por apoyar la diversidad.
Aunque no seamos ángeles de Victoria Secret, el resto de las mortales que vestimos traje de baño, somos maravillosas, con todas nuestras imperfecciones.
Momketing = mamás verdaderas
Nuestros hijos deben ver cómo desterramos el negro como única opción cromática, aunque tengamos unos kilitos de más. Cómo usamos tirantes aunque la firmeza de los brazos nos haya abandonado. Cómo llevamos el pelo largo si queremos, aunque la calidad de nuestra melena sea peor que la de un gato callejero después de los partos. O cómo lucimos bikini, trikinis o bañadores con aperturas imposibles si nos apetece, aunque en nuestro abdomen ya no se pueda frotar ropa.
Queridas mamis, vosotras sí que sois auténticas influencers offline en la vida de vuestros hijos. Cuando vuestros hijos son pequeños, tenéis más poder de influencia que cualquier influencer.
Empoderáos, queréos, mostradle al mundo que sois perfectas y que os queréis tal como sois. Eso no quiere decir que nos descuidemos y seamos obesas. Quiere decir que abracemos la realidad y nos queramos y aceptemos como somos. La vida es corta y hay que vivirla con todos sus colores y queriéndonos a nosotros mismos. Destaquemos lo más bonito de nosotras, pero no escondamos lo que nos hace diferentes.
Preparemos, entre todas, niños fuertes, que midan su valía por sus valores, nobleza, esfuerzo y motivación.
Por último, en esta reflexión hablo de madres, pero incluyo por supuesto a padres, tías, tíos, amigos y amigos de la familia que somos espejos para los adolescentes del mañana.
A kid´s greatest influence will always be her parents
Nota de Café Taipá
Laura de Luque Miranda es columnista invitada. Es experta en estrategias de marketing y branding.