Desde 1993, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Todos los años, la ONU determina una nueva temática, y este 2021 es “Valoremos el agua”. Siendo un recurso no renovable, nos enfrenta a varios desafíos. Algunos de ellos son la salud, la educación, el crecimiento económico y el medio ambiente. En este café abordaremos algunas acciones, que mantienen tres empresas de Perú, para ayudar con el Objetivo de desarrollo sostenible 6: agua y saneamiento.
Guardianes del Bosque y del Agua
Desde el 2014, Coca Cola junto a la fundación AVINA y el Instituto del Bien Común, trabajan en la conservación, reforestación, y manejo de las zonas hídricas en la Reserva de Biosfera Oxapampa Asháninka Yánesha (BIOAY). Esto se lleva a cabo bajo el modelo del Triángulo Dorado. En él, sector privado, público y sociedad civil trabajan implementando Acuerdos Recíprocos por el Agua y Acuerdos de Conservación. Hasta agosto del 2020, se han recuperado 2.150 hectáreas de bosques que ayudan a preservar el origen del agua. Esto no sería posible sin el soporte de los gobiernos locales y las diversas comunidades.
Las Amunas
En el 2020, se inició el proyecto de recuperación de Amunas, en la Comunidad de San Pedro de Casta. Las Amunas, son canales ancestrales que permiten sembrar y cosechar el agua de lluvias para la sequía. En este proyecto, Backus, Aquafondo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo, han unido esfuerzos para recuperar 65 kilómetros de amunas en la sub cuenca del río Santa Eulalia. Al cierre del 2020, se han recuperado 4.1 km. Para el 2021 el objetivo es recuperar 8.1 km más. Esto ayudará a agricultores y ganaderos de la zona, y promoverá una mejora en su situación económica.
El futuro de la industria textil
La industria textil siempre ha estado caracterizada por su gran consumo de agua. En el mundo, las fast fashion son responsables del vertido de 10% de aguas residuales y el consumo de un 12% de agua del planeta. Debido a esto, desde el 2018, Textil Del Valle, comenzó un proceso de cambio teniendo como foco el propósito de ser la planta textil más sostenible del mundo. Gracias a su gestión y reducción de huella hídrica, mayor control de gases de efecto invernadero, y otros, recibieron la certificación como Empresa B. Esta certificación la obtienen empresas comprometidas con mejorar continuamente y que poseen un propósito socio-ambiental.
Este año, sus metas se enfocarán en reutilizar el 30% de sus aguas residuales y disminuir en 25% su consumo de agua. Asimismo, buscan obtener el Certificado Azul de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Este certificado se le da a empresas hídricamente responsables. También, planean aportar al municipio de Chincha 360 m³/mes de agua tratada para uso de riego de áreas verdes.
Mis conclusiones
La sostenibilidad hoy es un must, forma parte de la cultura y todo el negocio, e influye en la reputación. Las iniciativas, sin duda, ayudan a que los negocios sean más atractivos por ser sostenibles ambientalmente, pero sobre todo aportan en el camino a la reparación del planeta.
Los casos compartidos en este café apuestan por mejorar las condiciones de vida de las comunidades, ser social y ambientalmente sostenibles en el tiempo, yendo más allá de su propio core. Podemos tomar estos ejemplos y buscar, en nuestras empresas, desde nuestras realidades, cómo contribuir por un cambio sostenible.