La cocina peruana ya no conoce fronteras
La sonrisa y sencillez de la tía Grimanesa, tal vez represente lo más noble de nuestra cocina, y la correcta actitud para trascender. Lo dijo Massimo Bottura, el primer requisito para la buena cocina es la humildad.
Felizmente mi blog no es de gastronomía, sino de marketing, porque de lo contrario no hubiera tenido cuándo terminar para referirme a todo lo que significa Mistura. Una asistencia sin precedentes en 10 días de fiesta para muchos, las quejas de algunos que espero las transformen en propuestas, y sobre todo la dimensión internacional que este año ha consagrado a la feria.
Tocaré entonces 3 puntos que me parecen importantes, que van más allá de las estadísticas, pero que marcaran metas para la próxima edición de la feria, el potencial de Mistura lo amerita.
1. Mistura y su branding internacional
La crema y nata de la gastronomía mundial estuvo en Peru. La Declaración de Lima fue el documento que sienta las bases para las futuras generaciones de cocineros.
La presencia de 8 de los 9 cocineros más importantes del mundo con Ferran Adrià a la cabeza le ha dado a Mistura, en términos de branding, un revuelo sin precedentes. Mistura ya es mundial. No es que la cocina peruana sea la más vanguardista, de hecho estamos en la parte inicial de esta etapa según el creador del Bulli, pero definitivamente el peso que está ganando la cocina peruana en el mundo ya no pasa desapercibido para nadie.
La acreditación de 233 comunicadores de 19 países, la presencia de 4500 turistas que vinieron exclusivamente para la feria, los 300 estudiantes de cocina y hotelería de toda Latinoamérica, y hasta un artículo de “envidia sana” pero que tenía también un poco de impotencia encubierta de una periodista brasileña acerca de Perú y Mistura, son indicadores de que la feria no sólo ha trascendido fronteras sino que está ganando en influencia.
Como dijo Adria, a veces no es tan importante ser los mejores sino ser los más influyentes, y eso es lo que está pasando con la cocina peruana de cara al mundo.
Queda mucho por recorrer y aprender, pero este año Mistura tiene logró una relevante presencia en el mundo, y es algo que debemos celebrar.
2. Mistura y los peruanos
361 mil asistentes con un pico de 39 mil en un solo día, muestran que la feria tiene un poder de convocatoria importantísimo, y que los 80 mil metros cuadrados del Parque de la Exposición ya no serán suficientes para el próximo año.
No tengo un reporte exacto de la dimensión de la cobertura mediática en el país, pero ha sido enorme, antes y durante la feria, y seguramente para algunos días más, todos los medios harán referencia a los logros de Mistura, y probablemente también a las críticas, que son parte necesaria de todo crecimiento.
Lays fue una de las marcas más activas de Mistura. Estuvo en varios stands y con simpácticas activaciones. La marca estuvo más cerca que nunca de su público.
Cada vez más peruanos saben de Mistura y la esperan. Definitivamente un gran objetivo no sólo de la feria, sino del movimiento gastronómico que lidera Gastón Acurio, es el de la inclusión, y mientras todas las acciones de APEGA, y en especial Mistura, cumpla ese gran objetivo, más peruanos pondrán el hombro para que la fiesta de la cocina ya no se limite a un lugar cerrado, sino que esté en todas las calles de Lima y del Perú, como una gran fiesta nacional, ese debe ser el norte, como Gastón me dijo una vez. Mistura tendría que estar en Arequipa, Piura, Iquitos, etc. tenemos que descentralizarla.
La peruanidad representada en una combi, pero esta vez como parte de un proyecto gastronómico. La gastronomía no sólo está en un plato, sino también en un buen modelo de negocio.
Algo que me parece importante decir a todos los críticos de la Feria que se centran en las largas colas, el precio de los platos, y la cantidad inmensa de gente que en horas pico hacen intransitable una buena parte del recinto, es que debemos diferenciar las motivaciones de la gente que asiste. Hay quienes no tienen la oportunidad de ir a los más caros restaurantes, y en Mistura los encuentran con la misma calidad de sus platos y a un precio menor. Otros, los que sí pueden darse el gusto de ir a restaurantes 5 tenedores, no deberían juzgar a Mistura por la comodidad a la hora de comer, sino por la fiesta que significa y el poder de convocatoria que tiene.
Las colas interminables es lo más incómodo de Mistura, sin duda. Pero es parte de la gran demanda, y aunque es un tema a mejorar, es parte inevitable del crecimiento de la feria.
A Mistura van los peruanos que quieren probar lo mejor de nuestra comida –y están dispuestos a hacer la cola- y los que deben ver a la Feria como la gran oportunidad para que el Perú crezca como sociedad y también como potencia gastronómica.
Muchas de las críticas contra Mistura pueden ser válidas, pero los peruanos deberían además dar sus propuestas, y quienes están de cara a la organización deberían tomarlas en cuenta. Mistura somos todos y eso tiene que estar claro.
3. Mistura y el social media
Un Twitter poco aprovechado fue el de Mistura, la mayoría de publicaciones eran un rebote de Facebook. En un contexto tan internacional, esta era la oportunidad para hacer mundial todo el evento en 140 caracteres.
Ya entrando más en el campo de análisis natural de Café Taipá, debo decir que la feria quedó en deuda en lo que respecta al uso de las redes sociales. Y no me estoy refiriendo únicamente a los organizadores que desaprovecharon una herramienta tan importante como Twitter para extrapolar las principales actividades de Mistura, sobre todo con la presencia de los G9, sino también de las propias empresas participantes que hicieron activaciones con sus marcas y Facebook, pero que básicamente se limitaban a la mecánica “te doy un regalo si me das un like”.
Un like por un cupón, fue una de las activaciones representativas de las marcas cuando apelaban a Facebook, una táctica demasiado simple y con poca eficiencia desde el punto de vista del compromiso de la gente.
Tal vez el éxito mediático de Mistura deje en segundo o tercer plano lo que estoy diciendo, pero quienes sabemos del tremendo potencial de las redes sociales, no podemos explicarnos cómo el Twitter de Mistura se convirtió en un simple eco de su Facebook. La comunicación en tiempo real se desaprovechó y, sobre todo, la posibilidad de llegar a una comunidad internacional interesada en gastronomía que hubiera dado eco sin duda a lo que sucedía en Mistura más aún si estaban los G9 y Ferran Adria.
Tal vez el factor económico haya tenido que ver en parte, pero este no es problema de falta de presupuesto para pagar a un buen Community Manager, hubo una falta de visión o conocimiento del poder de Twitter. Una meta en la que todos hubiéramos podido participar, por ejemplo, era convertir a Mistura en Trending Topic Mundial, esto que puede sonar a chino para algunos, le hubiera dado una presencia digital a la feria muy importante.
Alicorp fue también una de las empresa más activas. Esta iniciativa de la asesoría a empresarios ligados a la cocina, era digna de socializar.
En el caso de las marcas y sus activaciones en Facebook… qué les puedo decir, nos falta poner en práctica lo que el mundo ya está haciendo. Estamos aún en la época de los likes y no de los leads (cuando la gente hace algo relevante por mí). Que me des una papita o una cuponera a cambio de mi like, no te servirá más que para la estadística. Por qué no me acercas a tu marca, y me sacas del cuadro con una iniciativa que no hubiera imaginado y que al verla me provoque compartirla en mi red social de inmediato y convertirme sin pensarlo en tu vocero espontáneo por un momento. Eso no se dio.
Inexplicablemente Coca Cola cobraba S/1.00 para tomarse foto con la botella y salir en sus redes sociales. Estuvo cerca de tener una activación ganadora, pero cobrar por estar con la marca, fue demasiado.
Cafeteros, como les dije al inicio, habría mucho qué decir sobre Mistura, pero he querido tocar estos puntos que particularmente me parecieron relevantes, para una feria en la que debemos participar todos no sólo como asistentes sino como actores y para ello no tenemos que ser cocineros. Esta ya no es una revolución gastronómica, sino nacional, y yo no pienso quedarme de espectador, tú sí? Vamos que Mistura 2012 nos espera.
Su primer rumbo fue el de la ingeniería y, aunque cambió de dirección hacia su verdadera pasión, la publicidad, el aprendizaje en las aulas de Estudios Generales Ciencias de la PUCP fue clave para su trabajo en estrategias.
En 1997 se gradúa como publicista en el IPP, y luego decide terminar también su carrera universitaria como comunicador en la PUCP (2001). Trabajó en tan diversas áreas de la comunicación que la mejor manera de integrarlas fue a través de un máster en Dirección de Comunicación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (2007), donde desarrolló aún más sus habilidades de interacción con diferentes públicos.
Tras su experiencia como Director Online en Llorente & Cuenca, y Jefe del Canal Virtual de Claro Perú -puestos a los que llegó por el trabajo en su blog, CAFÉ TAIPÁ- decidió lanzar su propia consultoría desde abril del 2012, con el mismo nombre.