La pregunta ¿Y cómo lo hicieron? sería una de las primeras que asaltaría nuestra mente. Y todo esto sin haber mencionado que el punto intermedio entre la bodega y el mega centro comercial, fue la creación de tres cadenas de súper mercados: Wong, Metro y Eco, segmentadas por cada estrato socioeconómico de Lima. Wong, la marca madre, referente de la categoría de supermercados no sólo en Perú sino también en Latinoamérica, era sin duda una de las más grandes lovemarks de los peruanos hasta que fue vendida, en medio de polémica, a capitales chilenos de Cencosud. Muchos pensaron que la historia de la familia Wong y su éxito del que se benefició medio Lima había llegado a su fin.
Esta caricatura de Alfredo refleja claramente el sentir de muchos peruanos cuando Cencosud compra Wong. Parecía el juego de «nadie sabe para quien trabaja», tanto había costado construir una marca, y lograr el cariño y orgullo de todos los peruanos, para que luego el producto cambie de camiseta y se haga chileno. Esto puede sonar chauvinista, pero fue la primera reacción de la mayoría de clientes y peruanos en general que habían hecho suya la marca Wong, una lovemark que siempre será un paradigma. No obstante, esta adquisición, viéndola desde el punto de vista empresarial, era una buena señal de confianza y un reconocimiento a una exitosa empresa peruana.
Y que pasó con los pioneros
Metro fue el pimer Supermercado que llegó al Cono Norte, los Wong confiaron desde un inicio en el potencial de esta zona, al igual que los empresarios que crearon el mall MegaPlaza, la primera apuesta seria que reivindicaba a esta Lima considerada marginal por la élite empresarial. Pocos se habían enterado que en los distritos de Los Olivos, Independencia y San Martín de Porres había varios miles de emprendedores exitosos, hijos de inmigrantes que empezaron desde cero y lograron constituirse en uno de los pulmones económicos de la capital. Megaplaza fue un éxito desde el primer día, con tiendas anclas importantes, de las mejores de la ciudad que vieron cubiertas sus expectativas de ventas ampliamente, porque literalmente la gente salía con el carrito de compras lleno de productos y un televisor plasma de 24 pulgadas encima.
El blog La Plaza Perú, especialista en temas retails, anunció el 21 de junio el cambio de identidad de Megaplaza como parte de las medidas para enfrentar la competencia que significaba Plaza Norte. Considero que gráficamente es una medida desesperada, puesto que el cambio es radical, y esta medida suele darse cuando el producto o servicio cambia radicalmente en su propuesta que no es el caso. El eslogan «Hazle caso a tu corazón» puede ser un buen lema de campaña por la coyuntura, pero no para que sea el distintivo del mall. El Megaplaza tiene que comportarse como el líder, amenazado sí, pero es el pionero, el que tiene todavía el corazón de la gente, pero eso no significa graficar literalmente ese sentimiento y desaparecer su logo con el que todos ya lo conocen.
¿Cuál es la propuesta de Plaza Norte?
14 salas de cine de la cadena mexicana Cinépolis, la más grande de Latinoamérica; la apertura de Makro, el primer Supermercado Mayorista de Holanda que invertirá 35 millones de dólares en este y otros dos locales más; el lanzamiento del primer Terrapuerto internacional del Perú; además, discoteca, casino, hotel, parque de diversiones y más de 100 locatarios de las principales tiendas y servicios del país, en fin, demasiados atractivos para un mall que podría marcar un antes y un después en el sector.
Y para cerrar este Café, una reflexión
Plaza Norte simboliza el encuentro de dos grupos de emprendedores. Por un lado, la familia Wong, y su crecimiento en el negocio de retail que literalmente empezó de cero; y por el otro, los miles y miles de emprendedores que llegaron a la capital desde sus pueblos del Ande sin mayor formación, y que con mucho esfuerzo, en medio de crisis económicas y el olvido de quienes dirigían el sector productivo, han logrado constituir empresas en crecimiento, con una capacidad económica que les permite adquirir productos y recibir servicios de primer nivel.
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Su primer rumbo fue el de la ingeniería y, aunque cambió de dirección hacia su verdadera pasión, la publicidad, el aprendizaje en las aulas de Estudios Generales Ciencias de la PUCP fue clave para su trabajo en estrategias.
En 1997 se gradúa como publicista en el IPP, y luego decide terminar también su carrera universitaria como comunicador en la PUCP (2001). Trabajó en tan diversas áreas de la comunicación que la mejor manera de integrarlas fue a través de un máster en Dirección de Comunicación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (2007), donde desarrolló aún más sus habilidades de interacción con diferentes públicos.
Tras su experiencia como Director Online en Llorente & Cuenca, y Jefe del Canal Virtual de Claro Perú -puestos a los que llegó por el trabajo en su blog, CAFÉ TAIPÁ- decidió lanzar su propia consultoría desde abril del 2012, con el mismo nombre.
Buen artículo. Felicitaciones al Dpto. de Relaciones Públicas de la familia Wong
Me pregunto por qué cuando hay un comentario en contra de algún post, quien lo hace no se identifica, y no pone por lo menos un seudónimo?
Y bueno, puede sonar a nota de prensa, pero también podría entenderse como un caso de éxito peruano aunque estemos muy acostumbrados a sólo mostrar lo de fuera. En todo caso, si estuviera equivocado, o hubiera omitido algo importante, te agradecería que me lo hagas saber, cada Café se enrique con el aporte de todos quienes pasan por esta mesa y dicen algo, y puede ser en contra, también será bienvenido, y generará discusión lo cual es la esencia de un blog. Pero soltar la frase alegremente e irse, pues yo cumplo con publicar, pero el tema queda a medias, no crees, Anónimo?
A ver, yo pondré un seudónimo pero la verdad a mí también me resulta muy sobón tu punto de vista. No sólo porque alabas una iniciativa sin siquiera ver si será exitosa -tú que tanto criticas las acciones si nsentido- sino porque quieres lavar la venta de wong que, si algo sabes de lo que comentas, fue más allá de un movimiento empresarial y acabó tocando fibras nacionalistas. O sea que ahora vender Wong si estuvo bueno? Por favor…
Hola Juan Incisivo!
A ver vamos por partes:
1. Dices que alabo una iniciativa sin saber si será exitosa.
Pregunta: Has leído ¿Lima, ciudad de los Reyes los Chávez y los Quispe? y algo más importante ¿Conoces Megaplaza? Has comprado ahí?
2. ¿La venta de Wong tocó fibras nacionalistas? Por supuesto, claro que sí, hasta a mí me pareció mal, Wong ERA una lovemark. Has visto la caricatura que he puesto? la de Alfredo? Has leído la leyenda que he puesto? Claro que fue un golpe al orgullo nuestro, pero el plano empresarial suele ser más frío, y los Wong estaban con deudas.
3. Me dices sobón. Pues insisto, al igual que en el caso de Anónimo, dame motivos para decir que soy subjetivo, que tengo un mensaje intencionado, o que el proyecto es malísimo, y publico el comentario, sería muy bueno para todos, y por supuesto para mí. Este es un blog donde yo pongo un punto de vista, y doy mi sustento, los lectores pueden dar sus razones y diferir conmigo, pero dar calificativos y nada más, es muy facilista.
Yo no puedo afirmar alegremente que trabajas en Plaza Vea porque no estás de acuerdo con el Café o sí
Gracias por comentar y evita los calificativos que no son sustantivos =)
Todo lo que implique desarrollo, esta muy bien.
Sobre todo si crea fuentes de trabajo. Sobre este tema es grato saber que la cadena MAKRO realizó un selecto trabajo para contrar personal.
Pueden ver:
http://limanorte.wordpress.com/2009/07/13/cadena-mayorista-makro-abre-local-en-lima-norte/