Tres sorbos más de fútbol… y comunicación

Para terminar el tema pelotero, tres notas de cierre:

1. Carta al Diego, y el mejor Blog del Mundo

Allá, por el año 2004, cuando no habían Úteros, ni Pisos Terceros, ni Cucharas que sean Bravas, ni Blogday, y menos este café; había un blog muy famoso -y sigue on line´-, que por un post dio la vuelta al mundo, y ese mismo año fue designado como el mejor blog del planeta ¿Cómo se llama? El Blog de la Mujer Gorda ¿Y cuál era el post?: «Carta al Diego», escrito cuando «el Pelusa» entró en coma, y muchos temían su muerte. Personalmente, nunca he podido terminar de leer la carta en voz alta, el último párrafo es demoledor, y lo mejor de todo es que nos explica qué es el fútbol para los argentinos, y por qué Maradona es considerado como un Dios por muchos. Ojo, he dicho que el texto «explica» no que «justifica», eso ya depende cómo lo veamos nosotros.

2. ¿Quién dice que las letras no juegan con el fútbol?

Conozco varios bloggers que nada quieren saber de este deporte. Y muchas otras personas, cada una más ilustrada que la otra que lo consideran como destinado y jugado por fronterizos. Hasta Borges fue inmisericorde cuando declaro que «El fútbol es popular porque la estupidez es popular». Este tema daría para otro post, sólo diré que de seguro los que son tan radicales con el deporte rey, de seguro que de niños descubrieron que sus pies nacieron divorciados del balón. Y algo más, hay un ex futbolista argentino, muy importante en sus tiempos, a quien llaman «el filósofo del fútbol», y ha publicado dos libros con una pluma de campeonato. Se llama José Valdano, y sobre la presunta vulgaridad del ´»fulbo» nos dice:

«Leer un libro no sirve para jugar mejor al futbol ni jugar un partido sirve para hacer mejor literatura. Dos juegos (futbol y literatura) que tienen diferentes modos de expresión y que resultan compatibles a fuerza de ser distintos».

Y cuando al autor de «Sueños de futbol» y «Apuntes del balón» le preguntaron en que consistía el divorcio entre el futbol y el mundo de las letras, respondió:»

«Es la desconfianza que siempre ha tenido la mente con respecto al cuerpo. Los intelectuales se desmarcaron del fútbol por considerarlo una expresión popular menor, por deducir que era, como la religión, «el opio del pueblo», por desconfianza hacia la masa y, finalmente, por snobismo. Por su parte, el mundo del fútbol presumía de hombría en el peor sentido, esto es desde la exhibición de la brutalidad».

3. Puma de raza

Tanto se critica y muchos se mofan del léxico discreto del Puma Carranza, y de sus pensamientos monotemáticos: La «U» pe, la «U»; que me pregunto qué pasaría si nuestros jugadores tuvieran un único concepto, un sólo significante de gran significado y dijeran: «Perú, pe, Perú» aseguro que dejarían más sudor en las canchas.

Para terminar…

En este post como que dejé la cancha de la publicidad y me fui a la del deporte así que, aprovechando esta «invasión de campo», me faltó decir que el sábado, las chicas de la selección nacional de vóley quedaron subcampeonas de América y clasificadas para el mundial de menores en México, del próximo año. Que a pesar de ser un logro «n» veces mayor que ganarle a Venezuela en fútbol, no mereció ser el centro de ningún titular en la prensa nacional, y es que las razones del mercado pueden más que los méritos.

Listo, cafeteros, basta de deporte, y buena suerte a la selección, obvio que quiero que gane, pero es mejor dejar a las expectativas en el camarín.

Finalmente, en el siguiente post les contaré que me ha tocado «entrar a la cancha» del campeonato del emprendimiento, oido a la música, como diría «El Veco».


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