Declaraciones «boomerang» quiebran la imagen del Jefe de Estado Una de las premisas del marketing electoral es que el candidato NO es un producto. Para entenderlo mejor, podríamos pensar en que si compramos una caja de leche, por ejemplo, ésta tendrá un empaque seguro, una etiqueta atractiva, y probablemente la hayamos elegido influenciados por la publicidad. Pero este producto NO habla, espera quietecito, con la promoción detrás y su imagen pulida al máximo, a ser elegido entre la competencia que arrecia. El domingo 7 de diciembre, se publicó este aviso en la sección principal de El Comercio. Tal vez pareciera premonitorio, pero con todos los méritos hechos por el Presidente esta semana, su gesto en este aviso fue futurista. Ahora bien, jalón de orejas para la jefatura de prensa de EsSalud, porque está bien remarcar la imagen de «su presidente» pero jamás se debió perder de vista a EL Presidente. Roche. ¿Pero qué pasa cuando a pesar de haber preparado la mejor propaganda, haber pulido la imagen del candidato, tener un completo estudio del mercado, de la competencia, y haber definido ideas fuerza para sus discursos; justo el candidato tiene una infeliz ocurrencia frente a la prensa -el vínculo con su público- o le cae una pregunta inoportuna que rompe los libretos y no responde como se debe? Y lo que es peor ¿Qué sucede cuando el candidato ya es ahora el Presidente de la República -y por segunda vez-, tiene, además, un ego tan inmenso como su humanidad -y no me refiero a sus «altas cualidades»- y encima está deseoso de aumentar lo más que pueda su popularidad, que después de la última encuesta de la PUCP parecía empezar a salir del fondo? Sin duda alguna, en tan sólo 5 días, Alan García parece haberse inspirado en los dislates del Gral. Donayre, para decir un poco de todo pero con criterio cero. Teletón con Húsares Primero, fue su anuncio de la Teletón a realizarse en Palacio, una inusual propuesta que será por un día el centro de atención para la recaudación de fondos en favor de los niños del Hogar Clínica San Juan de Dios. Como si la venia de Alan garantizara el éxito, la Teletón se pasa a Palacio, y sin Belmont, por supuesto, porque ya dos egos en el firmamento, como que no juega. Canal 4, 5 y 9. Parecía que en algún momento estaban en cadena, total, el parlamento era del Presidente, los conductores eran parte del libreto. Salvo Cuarto Poder, Panorama y Día D tuvieron en Jessiquita y Nicolás a dos periodistas «de servicio» como en los mejores tiempos de la prensa manejada por Fujimori. Y es que si hablamos de estrellas, sólo tendría que estar la del Apra, por default. Ahora, me pongo a pensar, y me pregunto si no será esta Teletón una convocatoria asolapada para que los empresarios aporten por la causa, total esto le daría más réditos al Presidente, y digamos que él estaría en «más armonía» con los empresarios. Blanco soy, y no me compadezcan Luego Alan se robó el término «humalesco» y decretó que sólo los cobrizos eran los verdaderos peruanos, y se zurró en medio Perú. Desde Pepe Vásquez hasta «la Sofi»; desde su Ministro Chang hasta César Hildebrandt, automáticamente les quito la nacionalidad por cuántas manos más o menos de pintura tenían. Y no es que saque de contexto las declaraciones del Presidente, pero era obvio que le estaba llenando las portadas a toda la prensa, cuando su real intención era atacar a los «blanquitos de izquierda». El Útero de Marita hizo esta encuesta relámpago, buscando al verdadero peruano. Sorprendentes respuestas de gente despistada pero no más que Alan. Más de una vez he pensado, que con los políticos que tenemos, los periodistas siempre, pero siempre, tendrán trabajo. La noticia está servida por la mañana mientras toman el desayuno, y un colega entrevista a Alan, entonces todo empieza. ¡Más adelanteeeeee…! Y encima, el miércoles, Alan casi anuncia al estilo Chollywood, su voluntad de abrirle la jaula a la Urraca, para que vuele otra vez a la tele ¿Pero qué necesidad tenía el Presidente de decirlo? Por qué hacerse tremendo autogol, que ya empieza a superar algunas metidas de pata a las que nos tenía acostumbrado el ex Presidente Toledo. Muchos podrán decir ¿y dónde están sus asesores de imagen? Les aseguro que, si los tiene, deben estar cerca pero no tienen mayor influencia sobre lo acontecido, porque no pueden ni podrán hacer nada. Como dije al inicio, normalmente es difícil tener el control sobre todos los movimientos del político, pero si tiene el perfil de Alan García, realmente, debe ser una tarea imposible, salvo que al señalar el error no nos importe perder el puesto, y lo peor es que será en vano, porque probablemente no cambiará. Andrés Edery, caricaturista de Gestión, hace un popurrí de «frases célebres» del Presidente. Impresionantes los titulares en la prensa de hoy, la columna de Hildebrandt en el diario La Primera, es tan cruda y directa, como era de esperar. Normalmente le da con palo al Presidente, pero esta vez tiene más motivos que nunca; y bueno, notas diversas, los blogs de siempre, en fin, lo poco que subió el Presidente en popularidad luego del APEC, ya debe haberlo perdido. Y si nos ponemos más serios, hay que leer un artículo publicado hoy, en Gestión, en el que señala que la falta de confianza que hay en la población hacia el Gobierno es la mayor preocupación de los inversionistas en Wall Street. «…resulta preocupante que se diga al sector privado que no pasa nada, y que éste tenga la idea que se le dará todo el apoyo para mantener sus utilidades o reducirlas muy poco. Porque eso a la larga es perjudicar a todo el país.» «Sancho, los perros ladrán, es señal de que avanzamos». Ni que piense el Presidente García en usar el refrán, porque no aplica esta vez. Milton VelaSu primer rumbo fue el de la ingeniería y,