Juan Carlos Llanos

Última actualización: 10/07/2018 | 04:48 pm

Tres aprendizajes que nos deja la campaña #DóndeEstáElCristo de Proética

Este lunes algunos tuits de personalidades influyentes que mencionaban la desaparición del Cristo del Pacifico nos llamaron la atención. A partir de la confusión que causaron estos anuncios se generó una alta conversación en las redes. El tema se convirtió en tendencia rápidamente, lamentablemente no necesariamente por el liderazgo de la organización que estaba detrás del hashtag #DondeEstáElCristo. Este es uno de los tuits que se generaron para llamar la atención de miles de personas en las redes. En este ejemplo, María Luisa del Rio, periodista y columnista de Perú 21, nos hacía ver la desaparición inventada. Vengo del morro. Y no me explico #DóndeEstáElCristo https://t.co/j7TwtsauWM vía @YouTube — Maria Luisa del Río (@ciudadansiedad) 9 de abril de 2018 Conforme pasaban los minutos, se hizo evidente que el Cristo no había desaparecido y que todo formaba parte de una acción de intriga de la ONG Proética, denominada el capítulo peruano de Transparencia Internacional, que con el lema “la corrupción no desaparece por arte de magia” y a través de personalidades influyentes en Twitter como María Luisa del Rio, Carla Medina, Bruno Ascenso, Arturo Bullard y Daniel Marquina, buscó llamar la atención, generar una reacción en contra de la corrupción y un llamado a la reflexión a los asistentes a la VIII Cumbre de las Américas. Saludo la iniciativa de Proética, no solo por las iniciativas anticorrupción que viene realizando y que son muy necesarias en nuestro país, sino porque esta vez nos deja servido diversos aprendizajes en los que se pudo aplicar el modelo de seis claves de la reputación y marketing de Café Taipá. Revisemos tres de ellos, pueden ser más, ustedes me dirán. Prepárate antes de lanzar una campaña de comunicación El objetivo inicial de Proética se cumplió pues la campaña sí captó la atención de ciudadanos, medios de comunicación y hasta el Serenazgo de Chorrillos que al parecer se fue a verificar si no le habían robado el Cristo, nada descabellado pues a quienes vamos a correr de vez en cuando por ahí notamos la inseguridad que se vive. El segundo objetivo y más importante, el de generar una reacción y llamar a la reflexión (y a la acción) lamentablemente no se concretó, en su lugar originó una serie de críticas principalmente porque se valió de una noticia falsa para el llamado de atención y porque dejó al descubierto -para los que no conocían- o recordó una acusación sobre los vínculos de Proética con personalidades ligadas a casos de supuesta corrupción con Odebrecht. Una regla de oro para cualquier campaña de comunicación es prepararse ante los posibles cuestionamientos que puede haber, por más descabellados que parezcan deben plantearse entre el equipo responsable. Este paso, que forma parte de la segunda clave del modelo, busca poner en evidencia los riesgos críticos e torno a la reputación de Proética, en qué dimensiones reputacionales y a partir de ello decidir si la iniciativa se debe descartar o, por el contrario, si es viable y solo se necesita responder con transparencia ante las preguntas o críticas que puedan originarse. Proética pudo trabajar un poco más en el análisis de su propia reputación y anticiparse a lo que venía. Se generaron críticas de stakeholders que necesitaron una respuesta rápida y contundente de Proética pues impactaban directamente a la reputación y credibilidad de la organización y al llamado que hacía la campaña ¿Cómo creer en una ONG que es criticada por sus supuestas relaciones con la corrupción? Cierto es que la mayoría de las críticas que usaban el hashtag #ProéticaNotieneÉtica provenía de simpatizantes del Apra (varios trolls) poco imparciales que defendían indirectamente a su expresidente (porque la donación del Cristo fue en su gestión) y echaron barro a la iniciativa de Proética con un argumento que, si no era cierto, era mejor salir a responder y no necesariamente a todos, una sola respuesta contundente era suficiente. Una de las críticas mencionaban la relación de Proética con el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) que mantuvo un acuerdo en 2014 y 2015 con Odebrecht para apoyar sus premios de periodismo. El descargo sobre este tema se hizo públicamente con lo cual hubiera sido necesario recordarlo en la conversación relacionada con #ProeticanotieneEtica. No hubo respuesta oficial sobre el tema y la campaña que podía ser destacada por lo positivo pasó a segundo plano por las críticas. Algo más allá, la relación con IPYS, un stakeholder clave para Proética, debió analizarse (clave seis del modelo Café Taipá) para el lanzamiento de esta campaña.  Un tema menor pero que no deja de ser importante, son las críticas que mencionaban que usar faketuits no era válido para una campaña anticorrupción. Esta es la clave tres del modelo, se debe tomar en cuenta analizar la coyuntura alrededor del territorio que se pretende liderar, quizá había un riesgo latente al inventar tuits y hablar de corrupción a la vez. En todo caso, con la decisión ya tomada, lo adecuado debió ser responder con transparencia pues este solo era el llamado de atención a partir de un Cristo del Pacifico que representa un icono de la corrupción y que justamente era el conector para centrarse en lo relevante. Frente a estas críticas, Proética responde respetando la opinión de los usuarios, pero con un argumento que pudo elaborarse mejor, sobre todo a partir de una mejor lectura de la sensibilidad que esta iniciativa podía generar. Respetamos tu opinión César. La Corrupción no se elimina ni desaparece por arte de magia, por ello te invitamos a conocer el objetivo de nuestra campaña que busca concientizar y combatirla. ¡Juntos y con tu apoyo lo lograremos! #DóndeEstáElCristo https://t.co/EZPyQG2EuQ — Proetica (@ProeticaPeru) 9 de abril de 2018 No expongas el trabajo de tus influencers Parte de la transparencia y del trabajo en conjunto con los influenciadores llamados a esta campaña debió ser blindarlos ante incidentes y no dejarlos expuestos frente a las críticas y, lamentablemente, eso fue lo que pasó. Ante los tuits de cada uno de ellos, trolls y ciudadanos reales que no estaban de acuerdo con la comunicación se lanzaron

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#TOPCEODigitalPerú 2017: Cómo aporta valor a las organizaciones un CEO digital

Conectarse y liderar, la tarea pendiente de los CEOs peruanos en las redes sociales, así titula el especial de Día 1 de El Comercio de esta mañana, al referirse al estudio que acabamos de publicar en Café Taipá, el TOP CEO DIGITAL PERÚ 2017, que analizó más de 130 directivos y a todo el poder ejecutivo, incluyendo el presidente PPK. Las conclusiones del estudio evidencian que pocos CEOs están en digital, perdiendo beneficios importantes en una disrupción constante provocada por justamente el medio online. Un estudio, publicado el 2016 por el MIT Sloan Management Review y Deloitte, indicaba que para que la tantas veces mencionada transformación digital sea exitosa en las organizaciones, antes que la tecnología, deben tomarse en cuenta tres aspectos: Estrategia, cultura y gestión del talento. ¿Y sobre quién recae la toma de decisiones de estas tres claves? Allí están los CEOs y el comité directivo de las compañías. Los CEOs y directivos pueden estar enfrentando uno de los periodos más difíciles de su historia, no solo por conseguir buenos resultados en un contexto económico complicado, sino también por decidir acertadamente en la revolución digital que vivimos. Con esta realidad encima, ¿Qué tan importante puede ser el contar con un CEO con presencia y participación en Internet? Que líderes como Elon Musk de Tesla, Richard Branson de Virgin Group y Satya Nadella de Microsoft, cuenten con una presencia online activa no es coincidencia, ellos lideran la comunicación de sus organizaciones y evidencian una cultura corporativa en proceso avanzado de maduración digital. ¿A qué persona no le gustaría postular a una de estas empresas? El propósito de un CEO digital va mucho más allá de crear canales en redes sociales, la verdad es que su presencia afecta los tres aspectos del estudio del que hablaba hace un momento: Un CEO digital aporta mayor valor a la estrategia pues, si el proceso de digitalización es adecuado, puede ser consciente de las conversaciones claves sobre su empresa y el territorio en el que se desenvuelve, las utiliza para adaptar el negocio e impulsar una cultura más ágil, abierta y, por último, con su participación, captar y retener el mejor talento. De eso va la transformación digital. Ventajas de contar con un CEO digital Más que una decisión táctica o una dificultad, contar con un CEO digital tiene grandes ventajas para la organización, de seguro Luis Felipe Castellanos, Andrés Badra o Miguel Uccelli pueden corroborarlo en Perú. Entretanto, les adelanto cinco ventajas de ser un CEO digital: CEOs digitales poseen un canal directo de escucha. Parte del éxito de un proceso de cambio en una organización depende de escuchar estratégicamente y sin filtros las necesidades y expectativas de los clientes, los periodistas, los ciudadanos, las autoridades y los colaboradores. En este sentido, las conversaciones digitales de los grupos de interés de una compañía  y se pueden convertir en el mejor aliado del CEO y su comité directivo. CEOs digitales destacan en un mundo hiper distraído. Entre las decenas de contenidos que vemos todos los días están los generadas por las compañías, ellas buscan llamar la atención sobre cuál es su última oferta o cuáles son los resultados de responsabilidad social, entre otros diversos anuncios. Lamentablemente, vivimos en un mundo saturado de información y pocas marcas logran captar la atención. El CEO con presencia activa en digital cobra especial importancia en este mundo hiper distraído, pues por ser el líder de la organización, sus publicaciones causan un interés inmediato y son replicadas por periodistas y medios de comunicación. CEOs digitales humanizan la comunicación y el marketing. En tiempos de transformación digital, las organizaciones se están transformando no solo en el aspecto tecnológico, sino también en el cultural. Ese cambio impulsa a sus directivos a ser más abiertos y sociales, cuando un CEO comparte sus propias experiencias que evidencian la cultura y valores de una organización, las audiencias otorgan mayor credibilidad al discurso corporativo o de marketing y abren un canal más social entre colaboradores y otros grupos de interés. CEOs digitales pueden generar conexiones. Sin embargo, son pocas las que generan una conversación real, he ahí la oportunidad del CEO de establecer conversaciones con stakeholders importantes para una compañía, desde una autoridad, un periodista, hasta un ciudadano. Las redes nos ponen a un nivel más horizontal con las audiencias, lo que beneficia al CEO para ganar la cercanía y confianza que ningún contenido corporativo lograría. CEOs digitales pueden demostrar la transparencia que buscan los stakeholders. En tiempos en los que los casos de corrupción son titulares constantes en medios y redes sociales, la presencia de un CEO en el entorno digital puede ayudar. Él debe liderar y evidenciar que la transparencia, ética y el uso responsable de poder se aplica de manera transversal en la organización. Trasladar el comportamiento a los ciudadanos. Seguro los CEOs que están comprometidos con el entorno digital, pueden contar más ventajas y beneficios. ¡Se abre la conversación! Juan Carlos Llanos

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