Imagina a Clubhouse como un congreso con innumerables salas de conferencias en simultáneo, de todos los temas que puedas imaginar, y en el que tienes acceso libre a la que quieras. Una vez que entras a alguna, te das cuenta de que la voz será la carta de presentación porque solo verás avatares, y todo lo demás será escuchar a quienes exponen y que pueden estar en tu misma ciudad o a miles de kilómetros.
Además, puedes pasar de la audiencia al stage, levantando la mano con un solo click, esperando el ok de los moderadores de la sala. Entonces, podrás presentarte y compartir tus comentarios, experiencias sobre el tema que se está tratando a decenas o cientos de personas, y generar un networking que romperá fronteras en segundos.
A lo ya dicho, le debemos sumar que en las salas puedes encontrar gente experta en los temas tratados, y también a referentes que admires. Con alguna frecuencia verás que hay salas que están a tope, con miles en la audiencia (5000 personas es el máximo permitido), y será porque hay alguna celebridad global como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Elon Musk, por ejemplo. O también Paris Hilton contando parte de su vida personal a una audiencia atenta porque, hay que dejarlo claro, en Clubhouse las temáticas son muy amplias, y los speakers pueden ser de los más diversos perfiles.
Lo cierto es que, de acceder a tiempo, podrías tener la oportunidad de estar en una sala escuchando a la celebridad que más admiras, en tiempo real, cuando hasta hace poco era impensable siquiera imaginarte compartir el mismo espacio y escucharla, con alguna probabilidad de que tengas la palabra e interactuar.
Un poco de historia
Clubhouse nació en San Francisco, fundada por dos emprendedores: Paul Davidson y Rohan Seth, graduados de Stanford que se conocieron en el 2011. Cada uno desarrolló emprendimientos propios, y para el 2019 crearon una aplicación llamada “Talkshow” que era como un podcast en tiempo real, a la que decidieron sumarle la posibilidad de que la audiencia se uniera de manera espontánea a la conversación.
En marzo del 2020 le sumaron la opción de poder emitir audios en paralelo, en diferentes salas, y que las personas puedan pasar de unas a otras. Así lanzaron Clubhouse. El contexto de pandemia de hecho sumó para que la app atrajera a usuarios de todas partes del mundo, inclusive en China, donde fue prohibida finalmente por los temas sociales y políticos que se tocaban en las salas, siendo uno de los pocas plataformas de expresión online que quedaban libre considerando el cierre de Facebook en ese país.
Desde su lanzamiento, el acceso a la app ha sido por invitación, y está restringido además solo para usuarios de iPhone, aunque el último fin de semana, los fundadores anunciaron en el ya tradicional Townhall de los domingos, que en pocas semanas se dará el acceso a los usuarios de Android. Sí, cada domingo, y a veces en medio de la semana, Paul y Rohan también se presentan en una sala de Clubhouse.
El crecimiento de la app ha sido muy fuerte desde que empezó el 2021, actualmente se calcula unos 10 millones de usuarios, estando aún en una etapa restringida mientras no se abra la aplicación a android y se deje de lado el modelo de acceso por invitación.
¿Dónde está el verdadero valor de Clubhouse?
Clubhouse es la app de una red social donde se valora mucho más lo que se escucha y conversa que lo que se ve, aunque una buena biografía en el perfil es clave. Muchos la siguen comparando con un podcast o un programa de radio, por el protagonismo de la voz, y sí, de hecho hay una relación. Pero el tiempo real y la posibilidad constante de participar de la conversación con colegas, expertos y la audiencia en general, es muy atractiva.
Si a ello le sumamos la facultad de poder crear nuestra propia sala de conferencia para el tema que definamos, la primera gran impresión con Clubhouse es poderosa e inevitable.
Aunque la plataforma está en constante transformación, principalmente a nivel de reglas de comunidad, lo que lleva ajustes técnicos frecuentes, quiero compartir en este café mi perspectiva de aquello que considero es la esencia de ClubHouse, y que puede permanecer en el tiempo, inclusive cuando se sumen los usuarios de Android, y el alcance entonces sea realmente masivo.
En lo personal, yo diría que lo mejor de Clubhouse hasta el momento es lo siguiente:
- Rompe las distancias y el silencio al que nos llevó la pandemia. Podemos retomar el contacto con amigos y colegas con los que hacía mucho no conversábamos, en un contexto activo de aprender y compartir.
- Acorta los pasos para el contacto con personas referentes en nuestros temas y que no conocemos personalmente pero con quienes ya podemos compartir sala, y generar una relación profesional, comercial y amical también, por supuesto.
- Promueve la diversidad por las múltiples culturas que se suman en una sala bajo el paraguas de un tema de interés común.
- También promueve la inclusión. No son pocos los casos que puedes encontrar de personas con alguna discapacidad y que pueden destacar en Clubhouse, y además ser apoyados por emprendedores, profesionales y líderes.
- Genera buenos debates entre emprendedores, profesionales, de todos los sectores, donde la capacidad de escucha, conversación y de compartir conocimientos, se cumple en muchas de las salas.
- Fortalece la marca personal si la sabemos gestionar, porque los egos desbordados se detectan rápidamente y no serán bien recibidos en la audiencia.
- Permite promover temas de interés personal o corporativo, a través de la creación de salas en las que puedes ser moderador e invitar a tus pares para que te acompañen, y generar conversación para que la audiencia participe. Puedes poner a prueba tus ideas, compartir tus proyectos, y recibir un feedback valioso.
- Promueve la creación de comunidades específicas al crear clubes de los temas que te interesen. Los miembros podrán abrir salas con el paraguas de tu club para desarrollar continuamente el tema que planteaste. En este momento la cantidad de clubes es innumerable, lo que significa una gran oferta pero también la necesidad de afinar la mirada para seleccionar donde realmente valga la pena hacerlo.
Los riesgos de Clubhouse
Como toda plataforma de redes sociales que se va masificando, los riesgos son los mismos que hay en el mundo offline, aquí algunos de los que he ido encontrando para estar atentos:
- La gestión de tu tiempo. Define pronto el “para qué” de tu presencia en Clubhouse porque al inicio puede ser adictivo. Programa bien tus tiempos e identifica las personas y clubes más afines a ti para empezar a seguirlos. Selecciona objetivos de temáticas en las salas y de tiempo disponible porque la idea es que Clubhouse te aporte en tus objetivos y no que te consuma el tiempo haciendo más largo el camino para llegar a ellos.
- Ten cuidado con lo dices. Aunque las reglas de Clubhouse señalan que está prohibido grabar los audios de las salas o avisar previamente que se hará el registro, ten claro siempre lo que vas a decir. Tu reputación estará siempre expuesta, así que aprovecha para fortalecerla y no para ponerla en riesgo.
- La privacidad es algo de lo que mucho se comenta también, ya que la app de ClubHouse accede a los contactos de tu directorio, justamente para que decidas hacer las invitaciones para ingresos al club. Este realmente es un riesgo general con la mayoría de apps, pero siempre es bueno tomar conciencia de ello y, sobre todo, estar atento a las noticias al respecto sobre algún riesgo en seguridad.
- Salas “clickbait”. Llamo así a los rooms que tienen títulos interesantes pero que, al entrar, te das cuenta de que la conversación promovida por los moderadores se aleja del tema. Si te vieras en esta situación, no pierdas el tiempo y busca otra sala.
- Pasar del debate a la agresión. No me ha tocado presenciar hechos así pero sí he escuchado de varios casos en los que se generan salas para criticar a otros miembros de Clubhouse o, en medio de la conversación, se generan situaciones que pueden llegar a los insultos. Reportar estos hechos es una de las primeras acciones que pueden significar sanciones a los miembros que cometan alguna infracción.
Tres consejos para tu primera vez en Clubhouse
La app es muy intuitiva, no te tomará mucho tiempo entender la mecánica, y espero que todo lo compartido en este café te ayude. Pero te doy tres consejos básicos apenas recibas la invitación en Clubhouse.
- Mientras te registres, ten en cuenta que tu carta de presentación más allá de tu foto de perfil será tu cuenta de Twitter e Instagram. No es obligatorio registrar ambas pero, definitivamente, más allá de lo que puedas argumentar con tu voz en una sala, la audiencia verá tu «feed de vida» en simultáneo y ello determinará el posicionamiento que te atribuya y, por supuesto, que te sigan o no. Tener actualizado tu Instagram y Twitter, con una buena presentación, sumará.
- De momento, hay dos clubes en español que te recomiendo porque son los más importantes y referentes en Clubhouse: Marketing en Español,Emprendedores Digitales. En ellos están las principales salas, para empezar te recomiendo «La Cafetería de Clubhouse», espacio de bienvenida aunque, claro, como dije al inicio, las temáticas son varias, y de acuerdo a los intereses que señales en tu registro.
- Sumo dos clubes recientes con un propósito notable: Creactividad y Somos Latinoamérica. En general la app te hará sugerencias de clubes a seguir con salas que pueden ir desde cómo construir tu propósito hasta un tema tan especializado como el desarrollo de productos.
- Identifica a tus contactos que ya están en la app, ellos podrán orientarte en los primeros días e invitarte a salas que consideren de tu interés. Una vez en ellas, escucha, estudia rápidamente a los speakers dando click en sus avatares, y cuando sientas que puedes opinar, aportar, o sencillamente hacer una pregunta, lánzate sin miedo. Las personas en Clubhouse son muy atentas con quienes recién se integran a la app, que además son identificables por el conito de fiesta que la app suma a los avatares durante la primera semana de su estancia.
Consejos para las marcas
Definitivamente Clubhouse es un espacio que puede ir del B2B al B2C, y C2C. Sí, todas las fórmulas posibles desde la perspectiva de las marcas. Hay salas en las que encontrarás la promoción de alianzas entre empresarios, intercambio de servicios entre emprendedores, sinergias y más.
La presencia de las marcas se está dando de manera gradual pero aún no hay una reglamentación para el trabajo con ellas, aunque queda claro que estarán dentro del modelo de monetización de la aplicación al que se debe apuntar en el mediano plazo.
En Perú, Scotiabank tuvo un lanzamiento interesante en Clubhouse hace unos días. Tuve el gusto de ser invitado como speaker, y la marca cumplió algunas condiciones que es preciso tomar en cuenta:
- Difusión de un tema relacionado al posicionamiento de la marca, y de interés para la comunidad en general. En el caso de Scotiabank, la sala que abrió fue sobre equidad.
- Presencia de los directivos con su propio perfil personal en Clubhouse, tomando la palabra y compartiendo su visión sobre el tema. De hecho, Miguel Uccelli, CEO de Scotiabank estuvo presente en el stage.
- Apertura de la sala a la audiencia en general de Clubhouse, lo que significó la presencia de miembros de diferentes perfiles que tenían un interés en común: la equidad de género.
- Un moderador, Ignacio Quintanilla, que conocía de la aplicación, no la estaba descubriendo. El gerente de desarrollo de proyectos del banco, supo promover y llevar un buen ritmo de conversación entre todos quienes estábamos en el stage.
Si bien el anterior es un caso particular, hay pasos importantes cumplidos que considero relevantes porque, lo primero que deben tomar en cuenta cualquier marca es que Clubhouse es un espacio de conversación. Y lo primero es entrar a escuchar, aprender, conversar, y luego lanzarse a una comunicación con objetivos más estratégicos.
Mi conclusión
«Los mercados son conversaciones, y las conversaciones se dan entre personas». Aquí hay dos premisas de los fundamentos de la comunicación en Internet, planteadas en el manifiesto Cluetrain, en 1999, que calzan perfecto con la esencia de Clubhouse.
Este espacio es, ante todo, un lugar de conversación. Los perfiles más interesantes que he visto en Clubhouse tienen tres características: gran capacidad de escucha, disposición completa hacia el aprendizaje, y compartir lo que se sabe con el propósito de servir a otras personas.
Por supuesto que, como en otras redes sociales, te encontrarás con quienes dejan en evidencia su objetivo de mercado antes de apuntar a generar una relación. Cuando ello sucede, se está claramente manejando el proceso al revés. La conversión hacia los objetivos personales o corporativos es la consecuencia, pero el paso fundamental para hacer buenos negocios debería ser la generación de relación con un objetivo de servicio.
Clubhouse está en constante transformación y cuando se abra a la comunidad de android, vaya que será todo un reto para los creadores de la app, sobre todo en lo que refiere a las reglas de comunidad. Pero, mientras hayan salas donde compartir conocimiento sea la premisa, el insumo para personas y marcas estará garantizado y, sobre ello, se podrán definir los leads que finalmente hagan el espacio rentable para todos.
Veremos a lo largo de todo este año todo el potencial de la app y si pasa de una gran tendencia a una presencia más sostenible, abriéndose camino entre Instagram, Twitter, Facebook y más. De momento las salas de audio ya son una realidad en Twitter, así que la competencia ya ha empezado. ¿Hasta dónde llegará la proyección de Clubhouse? De momento, mi sugerencia es que explores la plataforma si ya puedes acceder a ella, o te informes mientras se abre el acceso a android. Si hubiera futuro aquí, un update mínimo nunca vendrá mal para que no solo te quedes en la audiencia, sino que también puedas levantar la mano, para compartir y seguir creciendo.
Su primer rumbo fue el de la ingeniería y, aunque cambió de dirección hacia su verdadera pasión, la publicidad, el aprendizaje en las aulas de Estudios Generales Ciencias de la PUCP fue clave para su trabajo en estrategias.
En 1997 se gradúa como publicista en el IPP, y luego decide terminar también su carrera universitaria como comunicador en la PUCP (2001). Trabajó en tan diversas áreas de la comunicación que la mejor manera de integrarlas fue a través de un máster en Dirección de Comunicación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (2007), donde desarrolló aún más sus habilidades de interacción con diferentes públicos.
Tras su experiencia como Director Online en Llorente & Cuenca, y Jefe del Canal Virtual de Claro Perú -puestos a los que llegó por el trabajo en su blog, CAFÉ TAIPÁ- decidió lanzar su propia consultoría desde abril del 2012, con el mismo nombre.