Día del Niño, día de nuestros maestros chiquitos

A veces los subestimamos sin querer y es mucho lo que nos pueden enseñar.

El Hombre Araña cuelga desde el techo de mi dormitorio, tengo una cubrecama del arácnido también, y más. He visto muchas películas de animación, puedo quedarme horas viendo en la tele dibujos animados, y matarme de risa viendo un capítulo del «Chavo del 8» por enésima vez. De cuando en vez busco alguna música de Cri-Cri, para retroceder 30 años la cinta de mi vida, y puedo cantar Capitán Futuro interpretada por el Capitán Nemo unas 700 veces también.
Cuando vi la escena de Ego en Ratatouille con tremendo flashback a la infancia, me di cuenta tras la carcajada inevitable, de que felizmente no tengo que hacer mucho tránsito de la actualidad a mi infancia porque hay parte de ella que no guardé en un baúl, sino que llevo en mi mochila de todos los días, porque sé que la voy a usar en varios momentos.

Si claro, me han dicho niño e infantil algunas, bueno, varias veces, pero creo que lo único que he tratado felizmente todo este tiempo es de no perder ese motorcito que lo intenta todo, que me llena de imaginación y me hace probar una y otra vez hasta que se logran las cosas. Creo, además, que gracias a ese niño no entiendo de jerarquías que signifiquen puertas cerradas o comunicaciones a medias, sino una visión horizontal de la vida que con pocos prejuicios me permite conocer más para servir mejor.

Más de 46 millones de vistas de este viral de Volkswagen con el niño Darth Vader y su espectacular imaginación llevada al máximo por su propio papá. La publicidad se vale mucho de los enanos para vender las marcas, y es que muchos productos son también los juguetes de los adultos.
 
Digo todo esto porque hoy es Día del Niño, y muchos papás lo celebran con sus enanos llevándolos a comer, a jugar, al cine, etc. y todas las tiendas mueven la maquinaria comercial para hacer más negocio, que lo justifico y lo entiendo. Pero a ver si pensamos que esas personitas que corren por la calle, que saltan y rompen cosas en la casa, tienen muchísimo que aportarnos cada día. Hay una gran sabiduría en ellos porque ven nuestro mundo de manera diferente, tal vez como realmente es y no a través de las persianas de los adultos que a veces nos confunden para ver que hay del otro lado. ´

Mafalda reivindicó a los niños porque sus razonamientos son los mismos de muchos de ellos. No es porque su pensamiento sea el de un adulto, sino es que muchas veces es el más coherente.
 
Pensemos en este día como un compromiso por darles lo mejor que tenemos, pero también para rescatar y hacer renacer lo mejor que vivimos cuando teníamos 5 ó 10 años. Es que se ve el mundo diferente, y es muy gratificante seguir creyendo cuando otros ya no, porque es así como se emprenden los grandes proyectos, así es como nos posicionamos, como realmente podemos ser diferenciadores, así es cómo se puede cambiar al mundo. Llámame idealista, y yo te diré: ¡Es que tú ya no juegas!

Hay innumerables virales en Youtube con niños de protagonistas. En su espontaneidad está lo impresionante. Las reacciones de los niños son naturales, en un adulto podrían ser consideradas como bloopers.
 
Feliz día a todos los niños, los enanos y los que ya no lo son tanto pero siguen imaginando, creyendo y creciendo. Como decía Nietzsche: «La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.» 
 
¡Qué tengan una gran semana, cafeteros!

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