¿El tema? El DirCom que necesita D’onofrio, para que no decepcione otra vez. Un escándalo comercial que ya dio la vuelta al mundo, y se ha convertido en un exquisito caso de marketing, donde los nuevos medios tecnológicos obligan a repensar hasta los manuales anticrisis que, dicho sea de paso, D’nofrio no tenía o nunca aplicó.
¿Cuál es el rol del Jefe de Comunicaciones en una empresa, cuando el ataque mediático se traduce literalmente en pérdida de valor de la marca y, por tanto, en la reducción de activos para la corporación? Ahí es cuando hay que darle paso a un Dircom (Director de Comunicaciones) que, aunque suene parecido, no es lo mismo.
Ya regreso. ¡Qué tengan un buen lunes!
Su primer rumbo fue el de la ingeniería y, aunque cambió de dirección hacia su verdadera pasión, la publicidad, el aprendizaje en las aulas de Estudios Generales Ciencias de la PUCP fue clave para su trabajo en estrategias.
En 1997 se gradúa como publicista en el IPP, y luego decide terminar también su carrera universitaria como comunicador en la PUCP (2001). Trabajó en tan diversas áreas de la comunicación que la mejor manera de integrarlas fue a través de un máster en Dirección de Comunicación en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (2007), donde desarrolló aún más sus habilidades de interacción con diferentes públicos.
Tras su experiencia como Director Online en Llorente & Cuenca, y Jefe del Canal Virtual de Claro Perú -puestos a los que llegó por el trabajo en su blog, CAFÉ TAIPÁ- decidió lanzar su propia consultoría desde abril del 2012, con el mismo nombre.